Un cerezo en invierno {𝓚𝓪𝓴𝓪𝓼𝓪𝓴𝓾}

¿Placentero o permanente?

Una de las más fuertes tormentas se presentaba en Konoha, las ramas y hojas de los árboles se movían frenéticamente de un lado a otro, la lluvia caía a cántaros y se podía oír perfectamente el sonido sordo del viento en el ambiente; sin contar los relámpagos que reclamaban el cielo como si de una guerra se tratase. Todos estaban refugiados en su casas, era una locura salir con ese mal clima. Desde la torre del Hokage un característico rubio observaba la aldea junto a quien le entrenó por un periodo largo en su vida, Uzumaki Naruto, Séptimo Hokage de la aldea de la hoja estaba contemplado el ambiente junto a quien no solo era su Ex-Sensei si no también el Sexto Hokage de la aldea de la hoja, Hatake Kakashi, su mano derecha en realidad.

- Que raro...

Confesó el rubio rompiendo el tranquilo silencio que había en aquella sala llamando la curiosidad de su contrincante rápido.

- ¿A que te refieres?

Conteste con mi voz completamente neutral sin quitar la mirada de aquel gran ventanal.

- La tranquilidad de Konoha en estos momentos, siempre a sido tranquila pero hoy el silencio reina hasta en las calles más frecuentadas. Es irónico que una simple tormenta cause tanto silencio a su paso ¿no?

- Concuerdo contigo, Konoha siempre a sido un lugar pacificó, pero hoy parece que estamos dentro del ojo del huracán. En fin, si no necesitas más de mi me retiro, descansa Naruto te hace falta.

- Si, lo haré o al menos intentaré, que descanse Sensei.

Me giré dándole la espalda a Naruto no sin antes apoyar sutilmente mi mano en el hombro del menor para despedirme. Justamente cuando iba a cruzar la gran puerta que dividía el pasillo de la oficina del Hokage, Naruto llamó mi atención pronunciando una palabra con un tono más de sorpresa y preocupación, mejor dicho un nombre, el nombre de mi ex alumna, mi amor imposible.

-¡¿Es Sakura?!, ¡pero que hace en medio de este clima!

Mire confundido al menor delante de mi, pues era imposible, Sakura había tomado junto a Sasuke una misión de rango S y no iban a volver después de 8 meses. Aún así volví hacia el gran ventanal quedando nuevamente al lado del mencionado; agudize mi vista y me sorprendí, era cierto, Sakura estaba a unos poca pasos de la aldea y justamente cuando piso la entrada de Konoha un rayo calló revelando sus ojos color jade, que para mi parecer se veían opacos no llevaban tan característico brillo en ellos y ni hablar de su expresión sería; supuse que es por el mal clima pues cualquiera se pusiese de mal humor con una tormenta prácticamente encima.

Naruto y yo nos giramos con cierta prisa en nuestro caminar, salimos de la torre para llegar lo más rápido posible a donde se encontraba la pelirrosa. Llegamos a ella a mitad del camino, y cuando nuestros ojos hicieron contacto en su totalidad una sensación extraña se apodero de mi cuerpo, esa no era Sakura no al menos la que conocí, su mirada era vacía, sus ojos color jade eran totalmente opacos, su expresión se mantenía sería y dura y podría jurar que un aura de frialdad dominaba cada pedazo de su cuerpo; aún así mantuve el fiel pensamiento de que era por el mal clima. Y como era costumbre entre ellos dos Naruto no se pudo contener al abrazar a Sakura y cuando lo hizo ella no movió ni un solo músculo solo se mantuvo inmóvil hasta que el rubio la soltara. Naruto se dio de cuánta y se alejó y antes de soltar alguna palabra nos refugiamos en un techo de una de las casas que estaban cerca y Naruto fue el que preguntó el porque de su regreso temprano.

-Sakura-Chan, ¿porqué volviste tan pronto? No es que nos moleste, pero no te esperábamos y si le sumamos este mal clima.

Un silencio incómodo se hizo presente, hasta que ella lo rompió con un tono que espantaría hasta el más valiente ninja de Konoha.

- A entregar mi misión.

Contesto en un tono cortante y frío manteniendo en todo momento una expresión de muerte, Naruto noto mi mirada preocupada y rápido intento evitar la tensión que se estaba formando en el momento en el que estábamos.

- Ven Sakura-Chan irás conmigo a casa debes estar cansada, además estás empapada y podrías resfriarte; Le pediré a Hinata que te prepare algo caliente estoy seguro que estará feliz al verte y mañana me entregas tu informe no te preocupes.

-Mm

Simplemente fue su repuesta, después de despedirnos me quede mirándolos hasta que ambos desaparecieron en la fuerte lluvia después de eso me dediqué a irme rápido a mi casa. Una vez llegue pude notar que estaba todo empapado luego de maldecir en voz baja me dispuse a ir a tomar una ducha,luego que prepare mi baño quite una por una las prendas mojadas y me sumergí en el agua tibia. Al fin tenía la oportunidad de relajarme después de un día tan pesado, pero mi mente no me dejaba pensar en otra cosa que no fuese en la actitud de Sakura, —¿Esto será placentero o permanente?—Me pregunté a mi mismo mirando perdidamente el techo de mi baño. Enserio quería pensar que a la mañana siguiente iba a volver la Sakura que todos conocimos, pero algo muy dentro de mi me decía que no iba hacer así, de tantas tareas olvidé que había llamado a Pakkun el cual no dudo en intentar asustarme en el baño, en lo cual fallo, pero de inmediato noto mi mirada perdida pero a la misma vez pensativa.
-¿Sucede algo Kakashi?—, —Solo un mal presentimiento, nada de que preocuparse—, conteste; el cachorro al oír mis palabras giro de medio lado su cabeza bajo la guardia y desprecio en una bola de humo. Tal vez me llamen loco pero simplemente pude sentir su alma completamente rota, luego de pensar muy bien mis palabras me conteste a mi mismo
— Na, son manías mías—, me levante de la tina y quite el tapón para que el agua fluyera, tome una toalla y la enrollé por mi cintura y me dispuse a ir a mi cuarto y luego de colocarme mi pijama la cual consistía en unos shorts y una de las tantas camisa azules que tenía apague las luces y me metí en mi gran cama para al menos intentar dormir; cosa que obviamente no logré ya que un inmenso insomnio se apoderó de mi esa noche.

Continuará...