Un dia con Pakkun

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P.V.O Sakura

Otra mañana se había hecho presente en Konoha, me levante lo más temprano que pude para evitar a toda costa que Kakashi me siguiera. Es increíble como una persona la cual quiero y admiro demasiado se haya convertido en una amenaza para mi vida; no en el mal aspecto, claro está, pero si en lo emocional. No me puedo permitir volver a caer en esas "redes" después de lo que Sasuke hizo en mi, ya no más, esa Sakura murió aquel día y pretendía mantenerla así por un tiempo indefinido. Luego de hacer mi respectivo aseo personal me arreglé para salir a la aldea, tenía varias cosas que comprar entre ellas ropa, artículos para mi casa, comida y uno que otro pendiente como devolver unos libros a la biblioteca. Abrí la puerta despacio y me dediqué percibir si había alguna presencia de chakra,—Nada—mire a todos lados antes de salir, al ver que no había moros en la costa mi mirada se puso fija en el árbol en donde se supone que se encontraba mi "escolta personal" que ahora que lo pienso bien, era gracioso, pues el increíble Kakashi Hatake, Sexto Hokage de la aldea con miles de deberes en sus manos tenía de protegida a una simple ninja médico. Absurdo pero gracioso, abrí la puerta y por instinto dirigí mi mirada al suelo el saco para dormir junto a la sabana y el envase estaban allí perfectamente acomodados. Solté mi bolso y los tomé ya consciente o al menos eso creía de que se había marchado. Cerré la puerta y tomé mi bolso nuevamente y me dediqué a caminar tranquila, hasta que cierta voz se hizo presente a mis espaldas...

-Buenos días, que hace una bella señorita como usted despierta a estas horas de la mañana, por cierto disculpe mi atrevimiento, pero se ve tan hermosa que las flores tendrían envidia de su delicadeza y belleza.

- Y yo que pensé que me había librado de ti.

Me giré para encontrarme con el dueño de esa voz, estaba sentado en el tejado de mi casa mirándome directamente con la mayor tranquilidad del mundo y con una mano sospechosamente detrás de el. Mientras lo observaba fue bajando de mi tejado sin quitar la mano de su espalda hasta que estuvo a unos centímetros de mi, vi como se arrodilló lo cual hizo que mi corazón se desbocara en esos momentos ¿qué está haciendo? Era lo único que pasaba una y otra vez por mi mente... Cuando vio mi nerviosismo y miedo me dedico una sonrisa de ojos sacando su mano de su espalda revelando perfectamente lo contenido, era un ramo de flores muy delicado; consistía en una gardenia la cual se encontraba justamente centralizada y rodeada de flores de cerezo, se veía hermoso y ni hablar de la perfecta armonía que hacían juntas. Sentí como una ligera sonrisa apareció en mi rostro mientas miraba con ilusión el ramo, pero... malos recuerdos aparecieron en mi mente haciendo que mis ojos se cristalizaran y volvieran rápido a la mirada fría que había adoptado. Tenía que decir algo hiriente y cortante rápido no puedo enamorarme de nuevo, ¡NO PUEDO!

-¿Y que se supone que haga con es exactamente?

Solté sin más con el tono más cruel que pude.

- Aceptarlas

Alce una ceja en su dirección mientras se ponía de pie dando a entender que no lo iba a hacer.

- Imagino que con esos detalles absurdos habrás hecho mojar el rostro de muchas de felicidad e incluso algo más que eso.

Observe divertida su rostro el cual tomó digamos un ligero rubor por lo que había dicho también como se puso incómodo de un momento a otro ante el comentario que le había soltado y ¡diablos! se veía increíblemente sexy así.

- ¿Qué pasó, le comió la lengua el gato?

Pregunté con un tono triunfante en mis palabras. Aunque digamos que no duro mucho...

- En primera ¡ouch!, ¿qué crees que soy? Y enserio no las vas a aceptar después que las elige y pedí que las pusieran de una manera delicada para sorprenderte y que te sintieses mejor y así es como me lo agradeces...

Un cerezo en invierno {𝓚𝓪𝓴𝓪𝓼𝓪𝓴𝓾}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora