Capítulo 44: Reglas.

231 28 8
                                    

Dylan

-Necesitamos reglas. -Dice Lydia por la mañana, sin siquiera decir un buenos días, o un "te ves muy guapo hoy" y se sienta en un banco junto a la isla.

-¿Reglas? -sirvo café en dos tazas.

-Si vamos a ser novios y viviremos juntos necesitamos algunas. No planeo embarazarme tan joven.

Hace que mi boca se quede abierta con lo que acaba de decir.

Pone leche en su taza de café y como 4 cucharadas de azúcar. Debí haberme deshecho también del frasco de azúcar, lo olvidé.

-Bueno... antes de que empieces a mencionar las reglas... necesito un beso. -rodeo la isla para acercarme a ella. Levanto su rostro poniendo mi dedo en su barbilla y la beso sin prisa. -Ok... ¿qué reglas? -pregunto mirando sus labios, quiero seguir besándola más pero temo que si sigo haciéndolo, una de sus reglas será que no podemos besarnos dentro del departamento si estamos solos.

Es una regla que yo diría si fuera mujer. Las hormonas son una locura.

-Ok. -Suspira. -Primero... necesitamos traer a alguien para que arregle la regadera de mi baño. No podemos bañarnos donde mismo.

-¿Por qué? Lo hemos hecho durante varias semanas. -acerco un banco para sentarme a su lado. Rodillas frente a rodillas.

-Pero no habíamos admitido que nos gustábamos. No puedo arriesgarme a que me encuentres un día desnuda o algo así... perderías el control...

-No voy a negar eso.

Asiente y pone cara de orgullo.

-Pero no olvides que ya te vi en ropa interior.

-¿Qué? ¿Cuándo? -sus ojos se abren.

-No es cierto... -creo que metí un poco la pata.

-No, si es cierto, lo dijiste muy seguro. Ahora dime. -levanta su dedo índice y me apunta amenazadoramente.

-Bueno... puede que haya visto algo el día que llegaste borracha y desabroché tu vestido. -me encojo de hombros.

-¡Maldito! -me pega en la pierna con su mano hecha puño. Creo que dio en un nervio porque mi pierna empieza a hormiguear.

-¡Ouch! -sobo el lugar en donde me golpeó.

-Dijiste que estaba oscuro...

-Se veía un poco por la luz de la sala. Y es que tú te quitaste el vestido muy descaradamente, no te importo que yo siguiera ahí. No podía darme la vuelta y salir de ahí rápido, estaba en silla de ruedas, ¡así que No fue mi culpa! -me defiendo rápido antes de que me tache de depravado. -Pero ok, hoy mismo llamaré a alguien para que venga a arreglar tu regadera. Siguiente regla. -digo.

-No puedes entrar a mi cuarto y yo no puedo entrar al tuyo.

No discutiré sus "reglas", solo asiento. Haré lo que sea para que ella no se sienta incómoda con nuestra relación.

-No podemos ir... demasiado rápido. -esto lo dice con su rostro ruborizado.

Sé a lo que se refiere. Nada de sexo.

-Iremos tan lento o tan rápido como tú lo quieras. -tomo sus manos y entrelazo nuestros dedos.

Ella asiente. -Solo he pensado en eso, si se me ocurre algo más, te lo haré saber.

-Muy bien. ¿Cerramos... el pequeño reglamento o lo que sea con un beso? Porque necesito más besos.

Niega con su cabeza y pone los ojos en blanco, como si estuviera fastidiada. ¡¿La fastidio?!

Casuality or Causality? (TERMINADA)Where stories live. Discover now