Capítulo 10: Preocupaciones y miedos

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Un bostezo escapo de la boca de Naruto mientras que el semidiós caminaba por el pasillo de su casa, sus ojos algo cansados moviéndose al ver un espejo en la pared.

La ropa del Hijo de Thor consistía en unos pantalones negros con zapatillas blancas con franjas negras, teniendo un suéter azul oscuro con la camisa de la academia abajo, solo que sin el lazo en el cuello.

Al entrar a la cocina, el Uzumaki movió levemente incomodo su brazo izquierdo ya que este estaba en una eslinga medica negra, sus ojos notando como su madre no estaba presente, por lo que al llegar al refrigerador estaba a punto de prepararse el desayuno, sin embargo no pudo porque escucho una voz.

Buen día.— la voz sonaba feliz, lo que hizo que Naruto instintivamente volteara la cabeza y saludara.

Buen...— Naruto se paralizo ante lo que vio, sus ojos abriéndose y prácticamente retrocediendo un paso, chocando su espalda contra el refrigerador.

¿Estás bien?— un hombre rubio pregunto con una leve sonrisa, lo que hizo que el semidiós parpadeara— Parece que viste un fantasma.

... ¿O un espejo quizá?— el Hijo de Thor no podía creer lo que tenía en frente de sus ojos, sus pensamientos saliendo por su boca y su mueca de asombro siendo algo claramente notado por el "invitado".

Si...Jeje. Un espejo tal vez.— el hombre rio levemente, sus ojos notando la eslinga en el brazo del adolescente— ¿Quieres ayuda?

...Depende de quién seas.— Naruto dio unos leves pasos hacia delante, viendo como el invitado se alejaba de la mesa para acercarse.

Preparare el desayuno para los tres.— ante las palabras del misterioso invitado, el semidiós parpadeo levemente, caminando hacia la mesa y sentándose en la silla con una mirada casi perdida— Y mi nombre es Namikaze Minato.

Una sonrisa se hallaba en el rostro del hombre rubio cuyo cabello era largo y puntiagudo, teniendo dos mechones enmarcando su rostro, siendo de un color dorado casi similar al del propio Naruto. Los ojos del invitado eran azules cielo, sin ser tan brillantes como los del Hijo de Thor y su piel tenía un bronceado natural.

Era como verse en un extraño espejo solo que con un rostro y fracciones diferentes además de ser tres centímetros más bajo.

Las ropas de Minato consistía en un saco/traje negro con una camisa blanca debajo más una corbata azul, teniendo pantalones negros con zapatos elegantes iguales.

El hombre lucia feliz mientras que se movía por la cocina y encontraba correctamente tanto los utensilios como la comida.

Entonces tu nombre es Naruto, ¿Verdad?— Minato hablo mientras que rompía unos huevos, colocándolos sobre la sartén y recibiendo solo silencio de parte del Uzumaki.

...Si.— Naruto observaba a Minato cocinar con una mirada perdida.

Estoy feliz de conocerte.— el Namikaze volteo la cabeza para mirar al adolescente, lo que hizo que este asintiera con la cabeza lentamente.

Yo también estoy feliz de conocerte...Quien quiera que seas.— el Hijo de Thor observaba algo dudoso al rubio mayor, lo que hizo que este casi saltara.

¡Ah! ¡Cierto! ¡Olvide decírtelo!— el invitado volteo la cabeza, sonriendo mientras que cocinaba y miraba al adolescente— Yo soy...— sin embargo Minato no pudo terminar cuando ambos escucharon la voz de Kushina.

¿Minato? ¿Con quién...?— los rubios voltearon las cabezas, ambos mirando hacia la puerta que se abría, revelando la cabeza de Kushina, sin embargo la mujer pelirroja chillo y se quedó detrás de la puerta al ver a Naruto, solamente dejando visible su cabeza— ¡KYA...! ¡¿Naruto!?

Furia BerserkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora