19. DEMOSTRACIONES.

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Minseok tenía serias dudas sobre todo aquello. Siempre había sido una persona de clase media, nunca pobre, pero ¿descendiente de un rey? Claro, como si fuera el protagonista de una película para adolescentes.

-Son muchos tátaras -murmuró con preocupación. Suponiendo que aceptaba toda la historia de ser descendiente de una familia real extinta, ¿y si ser un pariente lejano de un rey no era suficiente? -¿Y no se supone que murieron todos congelados? ¿Cómo...?

-Los tataras no importan, créeme -Luhan le restó importancia a aquello-. Y no todos murieron. La leyenda cuenta que el rey envió a sus tres hijos, los príncipes, a un lugar seguro antes de congelar su reino. Y nosotros tenemos la prueba -el guerrero lo miró como si fuera alguna despampanante joya-, a menos que seas adoptado.

-Por supuesto que no lo es -Yixing aseguró con una mirada de llameante excitación-. Minseok, muéstrale.

Por un segundo, Minseok se preguntó a qué se refería. Cuando su cerebro hizo clic y lo comprendió, se apresuró a levantar la palma de su mano izquierda y -para sorpresa de Luhan- crear en ella una bola de hielo.

-¡Heredaste la habilidad del rey! -Luhan exclamó, mirándolo con ojos aún más brillantes que los de Yixing.

Y luego sucedió algo que confundió mucho a Minseok. La bola en su mano se separó, como por voluntad propia, para convertirse en seis más pequeñas, que de pronto empezaron a levitar.

-¿Qué...?

Minseok se quedó mudo. ¿Qué acababa de suceder?

-Luhan es un telequinista -Yixing le explicó a Minseok-; puede mover cosas con su mente.

Minseok miró a uno y luego a otro.

-¡Eso es genial! -gritó de pronto. Era bueno saber que no era el único rarito de los tres-. ¡Levanta otra cosa!

A pedido del vampiro más joven, la capa de Yixing cobró vida y empezó a enrollarse en la cabeza del consejero, mientras este luchaba por sacársela de encima.

Minseok rió genuinamente junto a Luhan. Era divertido ver a su maestro luchar contra un pedazo de tela. Su mirada se cruzó por un instante con la del simpático telequinista y los recuerdos de su vida como un estudiante humano brotaron como una abundante fuente de risas y gratos momentos. Por primera vez, se planteó la posibilidad de hacer nuevos amigos, amigos vampiro, ya que había perdido irremediablemente a sus amigos humanos.

-Bueno, me alegra que se diviertan a mis costillas, pero ya es hora de volver -Yixing les dijo cuando logró sacarse su capa de encima. Su cabello, que usualmente dejaba caer libremente sobre su frente, había quedado hecho un desastre, disparado en cualquier dirección.

Minseok asintió aliviado. A pesar del buen rato, aún se sentía muy débil, esperaba que Jongdae ya hubiera regresado al castillo, o que al menos no tardara mucho más.

-¿Y cuál es el siguiente paso? -preguntó mientras marchaban hacia el auto.

-Solicitar una audiencia con el rey para que presentes un desafío al príncipe Byun.

~ ~ ~

Mientras Luhan conducía por la extensa carretera que los llevaba de regreso al castillo semi oculto del reino Kim, Minseok no dejaba de darle vueltas al asunto. Estaba aterrado de perder un duelo de forma miserable y vergonzosa -aunque Yixing había asegurado que confiaba en su victoria- y a la vez, se sentía esperanzado; si ganaba, podría estar con Jongdae sin ninguna restricción.

Por supuesto, en aquel momento solo pensaba en estar junto a aquel vampiro que con tanta fuerza amaba, completamente ajeno a detalles importantes que conllevaba el unirse de por vida a una familia real de la que no conocía prácticamente nada.

2. KING [Chenmin]Where stories live. Discover now