29. INESPERADO.

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—¿Te gusta cómo me veo?

Yixing levantó su mirada y  su rostro se transformó en una mueca de contrariedad, tan pronto como notó la apariencia de Junmyeon.

El rey vestía el uniforme de un soldado de segunda clase. Hacía ya mucho tiempo que Yixing no lo veía usando un uniforme y la imagen era chocante. Por un lado, Junmyeon se veía radiante, elegante, varonil y seductor, cosa que a Yixing le ponía los nervios de punta; era difícil mantener su fachada de indiferencia o darle un trato brusco si se encontraba babeando por él. Por otro lado, ¿qué carajos hacía Junmyeon vestido así?

—¿De dónde sacaste eso?

Yixing se esforzó por sonar tranquilo, mientras desviaba su mirada y fingía prestar atención al plano del castillo que estaba extendido sobre la mesa. No tenía ningún sentido esconderlo de Junmyeon, puesto que nadie conocía todos los rincones de la fortaleza mejor que ellos dos. Yixing suspiró, pensar en todos los escondites que ellos frecuentaron alguna vez, a escondidas del rey anterior, tampoco lo ayudaba a relajarse.

—Me lo dio Luhan —Junmyeon dijo tranquilamente, dando un par de pasos más dentro de la habitación.

Aunque sus pies quisieron retroceder, Yixing se mantuvo en su lugar, lo último que necesitaba en ese momento era parecer intimidado de alguna manera.

—¿Para qué? —Yixing preguntó, mientras su mente formulaba mil excusas para oponerse a las palabras que sabía que estaban a punto de salir de la boca del rey.

—Quiero pelear a tu lado.

Yixing se cruzó de brazos y le dio una mirada exasperada.

—¿Así que quieres ayudarme a destruir a toda tu familia?

—Ellos nunca han sido mi familia —Junmyeon aseguró—, te ayudaré a acabar con ellos.

—¿Qué hay de tu hijo?

—Ay por favor, no finjas que Jongdae no es parte de todo esto.

El rostro de Yixing se quedó en blanco por un momento. Abrió su boca, pero la cerró inmediatamente, prefiriendo no decir nada. ¿Cómo había llegado a semejante conclusión?

—Solo vete a hacer estorbo en otra parte, ¿si? —Yixing le dijo y regresó su mirada al plano—. Estoy muy ocupado.

—¿Entonces puedo ir?

—No.

Junmyeon estaba a punto de protestar, pero en ese momento la puerta del pequeño despacho se abrió.

Se trataba de Luhan.

El recién llegado titubeó al notar, en los gestos de los presentes, que había interrumpido una discusión. ¿Por qué no podían dejar de hacer la guerra y empezar a hacer el amor de una vez?

—Perdón por interrumpir, pero te estamos esperando —Luhan le dijo a su amigo. Luego se giró hacia Junmyeon y lo evaluó con su mirada—. Sube el cuello de tu camisa para cubrir tu rostro, recuerda que es importante mantener tu identidad en secreto.

Mientras hablaba, Luhan se encargó de cubrir la mitad inferior del rostro del rey con el largo cuello de la camisa. Acostumbrado al trato de sus sirvientes, Junmyeon se dejó hacer, sintiendo una chispa de agradecimiento expandirse dentro de su cuerpo. 

Luhan lo miró por un instante, no parecía del todo convencido. Y es que no era suficiente, cualquiera que lo mirara por más de un segundo lo reconocería; era muy difícil pasar por alto sus extraños ojos azules.

2. KING [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora