Dark sky [Dean Winchester y tu]

Capítulo 75

Me limpié la sangre de la boca con una de las servilletas que había encima de la mesa. Entonces pude notar como la nueva sangre corría por mis venas y en unos segundos, me sentía llena de energía, invencible.

Castiel y yo nos miramos, pensando en el secreto que ambos ocultábamos y que tarde o temprano se descubriría. Pero hasta entonces, todo seguía normal.

En ese momento la puerta se abrió y vi a Dean, yo rápidamente tiré el papel manchado de sangre a la papelera para que no lo viese.

-Cas, pensaba que ya te habías ido –dijo Dean.

-Ahora me voy –contestó él con seriedad.

Me miró antes de irse y Dean y yo nos quedamos a solas. Dean se sentó en la cama sin decir nada y yo me senté a su lado.

-¿En qué piensas? –pregunté.

-Es una idea estúpida ______ -dijo sin cortarse.

-Es lo único que podemos hacer–dije algo cabreada- Así que perdona si no te gusta. Al menos es mejor que coger la puerta y irse.

-No hace falta coger la puerta para irse, puede quedarse donde está –respondió él mirándome.

Yo sonreí al oír ese chiste estúpido. Entonces puso su mano en mi pierna izquierda.

-Perdona, es que.. me inquieta saber que podemos..

-Bueno, piensa en positivo. Si morimos pueden devolvernos a la vida.

Ahora fue él quien sonrió.

-No ______.. Esta vez no –volvió a ponerse triste.

-¿A qué te refieres?

-Quiero que me prometas una cosa, por si pasa algo –hizo un gesto con la mano.

-Me estás asustando Dean.. –dije yo preocupada.

Él se mojó los labios antes de hablar.

-Si.. muero –le costó decir esa palabra- No quiero que me devuelvas a la vida-Yo intenté hablar pero me interrumpió- No quiero nada de tratos.

-Dean eso es una estupidez –le respondí.

-No he acabado.

Yo agaché la cabeza y le oí detenidamente.

-Sam también lo intentará y quiero que le detengas –me miró con seriedad- Coged a Eric y iros de aquí, los 3 juntos.

Estaba a punto de llorar, entonces Dean me rozó con su mano por mi mejilla y le miré.

-Cuando a uno le llega la hora.. –hizo una breve pausa- le llega la hora.

En ese momento pensé en el bebé que llevaba dentro, mi hijo y el de Dean. Del cuál el padre aún no sabía su existencia y comprendí porque él había dicho eso.

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La mañana siguiente me desperté antes que Dean, y decidí ir a comprar el desayuno porque iba a ser un día largo. Al lado del motel había un bar pequeño, en el que habían unas 5 personas en total.

Yo entré y me senté en una de las sillas a pedir. Se me acercó una mujer de unos 30 años, rubia y bastante guapa.

Yo le hice el pedido para todos, menos para Castiel porque él no comía. Y mientras esperaba saqué el móvil y vi que tenía 4 llamadas de mi hermano. Tuve las ganas de llamarle y arreglarlo todo, pero no podía, no ahora.

La misma chica que me atendió me dio el desayuno con una gran sonrisa y yo volví a la habitación. Al abrir la puerta vi que Dean ya se había levantado y que estaba en la ducha. Le avisé de que había vuelto y fui a las habitaciones de Sam y del ángel. Ambos ya estaban arriba así que nos reunimos todos en mi habitación.