My boo ♡ Yoonmin

Twenty One✨

Tuve que editar estos últimos dos capítulos porque me di cuenta de que no calzaba con la historia original que tenía en mente.

⛔Leánlo de todas formas porque hay cambios. ⛔

Se escuchó un estruendo fuera de la casa de los Min interrumpiendo su cena. Esta vez habían decidido pedir pizza porque sinceramente a nadie se le apeteció cocinar.

El señor Min, evidentemente preocupado se levantó de golpe, con intensión de salir a averiguar lo que ocurría en la calle a estas horas.

–Siéntate, papá. Iré yo.–

La madre preocupada negó con las manos, podía ser un ladronzuelo o un borracho conduciendo un auto.

–Ninguno de los dos salga, los policías se encargarán en algún momento– con voz segura, los hizo sentar de nuevo.

Tun, Tun, Tun.

La puerta fue tocada tres veces poniendo alerta a la familia. No es que sean exagerados, pero viven en un barrio un poco violento, por lo el alquiler de la casa era la que más se acomodaba a sus bolsillos.

El señor Min se levantó de nuevo con intensión de abrir, pero su esposa lo detuvo de nuevo.

—Cuidado...

Yoongi por su parte rodó los ojos, su madre era un poco histérica.

—Si te parece bien quédate aquí con princess y papá. Yo iré a abrir y si es alguien de peligro no tardaré en taclearlo.

La mujer asintió estando de acuerdo, su hijo era muy fuerte y decidido, no dejaría que alguien malo los dañara.

Yoongi tomó un palo de béisbol que tenía como recuerdo de su infancia, caminando hacia la sala con cautela.

¡Tun, tun!

Tocaron esta vez insistencia.

El pelinegro abrió la puerta teniendo su palo en alto dispuesto a atacar si notaba un extraño movimiento.

—¡Wow, wow, wow! ¡Cuidado! ¿Qué rayos haces estúpido loco?

Con una expresión inesplicable bajó el palo de béisbol con cuidado.

—¿Qué haces aquí?— preguntó analizándolo de arriba abajo.

—Es de emergencia, amigo ¿has visto a Jimin?

Ahí yoongi lo reconoció, era el amiguito de Jimin.

El del mal entendido para ser más específico.

—No ¿por qué lo buscas? ¿Cómo supiste mi dirección?— el tono de voz era molesto, no le caía bien.

—Mira, no tengo tiempo para explicarte. Si no lo has visto me voy— se dio media vuelta dispuesto a irse pero Yoongi lo tomó del brazo, haciéndolo entrar a la casa.

—¡Oye, oye!

En eso el padre de Yoongi se asomó, notando todo normal le hizo una seña a su esposa para que saliera también.

—Yoongi ¿es amigo tuyo? — la señora hizo reverencia con cara de confusión.

—Buenas noches, Kim Namjoon— de forma educada se presentó— en realidad sólo venía a preguntarle algo a su hijo, ya me voy.

Volvió a voltearse pero Yoongi lo volvió a impedir.

—No te irás hasta que me expliques por qué estás buscando a MI novio y por qué sabes la dirección de Mi hogar.