Donde Yoongi es el capitán de fútbol Americano y Jimin un porrista enamorado.
-Yoongi ¿Has visto mi bolsa Chanel?
-Sólo apúrate ¡Vamos tarde a mi partido!
Es el penúltimo año de Jimin y sus padres se mudan junto a él y su hermano a Seoul. Su padre l...
—Yoongi, quiero que estés atento cuando te pasen el balon. A pesar de ser nuevo en el equipo eres el más rápido.
—Sí, capitán.
—Muy bien, hagamos orgullosos a todo Seoul, el equipo de Busan es muy bueno. ¡Pero los aplastaremos como hormigas!
—¡Así será, capitán!— dijeron al unísono.
Con ese positivismo, el equipo se adentró al campo escuchando los gritos y aplausos del público. Se escuchaban un gran grupo de chicas coreando el nombre de Yoongi, ya que por ser el menor de todos se ha vuelto el centro de atención entre las fans.
El número 09 sacudió la cabeza, ignorando los chillidos de esas hormonales.
El juego empezó, comenzaron bien anotando unos cuantos puntos pero a la mitad el equipo de Busan se las estaba poniendo difícil. Aquellos muchachos eran gigantes con buena resistencia, siendo difícil taclearlos cuando tenían el balón.
En un momento el balón fue lanzado hasta Yoongi, notando que tendría que correr la cancha entera a una buena velocidad para marcar una anotación. El pelinegro no dudó en hacerlo, sus colegas se encargaban de limpiar el camino para lograrlo.
Todo el estadio quedó en shock "¡Pero que muchacho más veloz!" había exclamado el coach del equipo contrario junto a varias personas que miraban maravillados al nuevo jugador estrella de Seoul.
Lograron anotar, celebrando cuando el árbitro pitó dándole fin al partido obteniendo la victoria.
Las cámaras no tardaron en rodear al macknae del equipo, llenándolo de preguntas y cumplidos.
—Min Yoongi, has llegado al equipo hace tan sólo un mes y ya lograste lo que otros no han podido— alagó una de las periodistas.
—Nunca se había visto a un corredor como usted ¿será que tiene un oscuro secreto para lograrlo? —preguntó otro con malas intenciones.
—Eres el orgullo de y hasta donde sabemos el contrato tiene una buena paga que podría aumentar por su tan buen rendimiento.
Min Yoongi sólo se mantuvo callado, ignorando todas las preguntas, en la entrevista tendría tiempo de responderlas.
Todo el equipo se dirigió a los camerinos, llenandolo de gritos de victoria y bailes locos.
—¡Eres toda una locomotora!— Dijo el coach ofreciéndole un refresco.
Y esque el entrenador se había ganado la lotería con Yoongi, hace dos años lo había observado en la secundaria donde estudiaba. Apenas se graduó, no dudó en ofrecerle la oferta al talentoso muchacho quien no tardó en aceptarla, y luego de muchos entrenamientos este por fin era su cuarto juego con el equipo.
—Jefecito, yo digo que Yoongi tiene que ser jugador permanente. Ya no puedes sentar más en la banca a esta joya.— Comentó Taeyang, el capitán del equipo.
El entrenador asintió, tenía razón. Yoongi los haría mejorar mucho más.
—Muy bien, número 09—levantó su refresco en forma de brindis— Desde ahora no habrá más banca para tí.
Todos brindaron entre risas y juegos.
—¡Ahora vayan a las duchas que apestan!
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