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El león, la especie de híbridos más fuertes, rudos y firmes que existen... O eso pensaría la gente si no vieran a cierto león lloriquear por la atención de un mapache, que por cierto se encontraba enojado de un ratito para otro con el león.

Antes del drama...

Tanjiro se encontraba paseando por los pasillos de su escuela, estaba de muchos ánimos, pues hablo con la beta de la casa sobre sus sentimientos sobre cierto alfa. Por un momento ella dudaba pues era poco la diferencia de edad, aparte de que era profesor de su escuela, pero aún así no quiso ponerle un pero a sus sentimientos, solo pidió que se cuidara.
Sin darse cuenta de que el par de alfas se encontraba cerca escuchando. Ambos estaba molestos y un poco decepcionados, pero en algo estaban de acuerdo.

Si tanjiro es feliz, entonces lo dejarán ser feliz escuchando sus sentimientos.
Pero eso sí, si el chico llega a ser dañado, no dudarán ni un segundo en luchar por el nuevamente.

Así paso el rato en casa antes de ir a la escuela y pasar por el actual pasillo de la escuela, tarareando una ligera melodía que tenia en la cabeza, tal vez una canción de amor o una canción que lo hacía feliz.
Tanjiro llega al salón de su querido y futuro alfa, se detiene en la mera entrada sin abrir la puerta, olía a felino y no solo eso, un felino de género femenino, el dulce aroma a flores fue lo que le hizo poner la piel erizada del coraje. Se encontraba el aroma embriagante del león junto con el otro aroma que le disgustaba demasiado, decidió escuchar desde afuera de la puerta para ver de quién se trataba.

Adentro se encontraba rengoku con una de las alumnas más deseadas por la escuela, debido a que su género era el de un Omega puro, una clase muy difícil de obtener por eso era muy deseada por muchos alfa, la chica se encontraba roja y nerviosa, rengoku solo se encontraba con su habitual sonrisa.

- R-rengoku-sensei...- decía la chica nerviosa desviando la mirada. Rengoku solo se quedó con una mirada curiosa por el llamado de su alumna y tanjiro esperaba con ansias afuera del salon, estaba que se lo comían los celos.
- ummm... Usted... Usted me gusta mucho rengoku-sensei! - al fin termino de lanzar su confección la joven alumna, dejando a un león en shock y un mapache con los ojos afilados esperando de la respuesta que daría aquel león.
- wow! Pues muchas gracias - se olía la felicidad a la corta distancia de la que estaba tanjiro, este solo se levantó enojado y decidió retirarse con la mirada afilada, como si de un gato se tratara, se encontraba lo suficientemente lejos sin terminar de oí la respuesta completa del alfa. - pero, ya tengo a alguien en mi vida, lo siento mucho, pero no puedo aceptar tus sentimientos, aparte eres demasiado joven. *Un poco más joven que tanjiro a decir verdad*-

La joven chica tuvo que disculparse por el atrevimiento y retirarse del salón sin mencionar nada de lo sucedido, por otro lado rengoku había olido el dulce aroma de tanjiro desde que llegó, pero al abrir la puerta no se encontraba ahí, había dejado un aroma agridulce, eso solo significaba una sola cosa...

El joven mapache se había puesto celoso y ahora estaba enojado....

... Rayos...

Muy lejos de ahí estaba zenitsu tratando de calmar a tanjiro, pues sus ojos aún estaban afilados por el recuerdo de esa respuesta
- tanjiro, me estás escuchando tan siquiera un poquito?- lloriqueaba su amigo por la falta de atención del mapache, dando un largo y profundo suspiro - porque no hablas con el sobre lo que te molesta?-
- ese maldito gato, acaso no recuerda lo que le dije esa misma tarde!?- zenitsu solo soltó una lágrima por haber sigo completamente ignorado.

// Recuerdo de esa misma tarde//

El silencio se hizo presente nuevamente, solo que está vez era un cómodo y dulce silencio que tranquilizaba a ambos.
Tanjiro sin seperarse del abrazo le susurro algo al oído a rengoku.

🐾Huellas🐾 KyoTan/Omegaverse (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora