Capítulo 11

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Pensó que alejándose del mestizo conseguiría ahuyentar a sus pensamientos, pero solo consiguió que su lobo no dejará de recordarle que tanto el mestizo como su hermano estaban solos en casa con la amenaza de esos monstruosos vampiros tan cerca. Gruñó frustrado y siguió patrullando los alrededores silenciando por fin el murmullo molesto de las quejas de su lobo, debía centrarse y mantener la cabeza fría por si tuviera que enfrentar alguna de esas bestias.

Camino a lo largo de los bosques bajo la luz de la luna sin escuchar un alma, normalmente ese silencio sería tranquilizador para él, pero en esas circunstancias no podía nada más que significar una sola cosa, los vampiros les estaban acechando en las sombras jugando con ellos. Por más que pegara el hocico al suelo no podía encontrar ni rastro de esas sanguijuelas, tenían que saber que la manada estaba también ayudando en la protección de la aldea, pero ¿por qué estaban acechando esa aldea?

Su mente voló al mestizo, por él también corría sangre de esos monstruos y si lo habían notado y lo querían... su sangre hirvió de tan solo pensar que podrían querer algo con Minho, sus garras se aferraron al suelo para mantenerse estático en el sitio y no salir en busca del joven que consumía sus pensamientos a todas horas del día. Debía seguir vigilando y no seguir haciendo hipótesis sin más, era sabido por todas las criaturas que los mestizos siempre eran despreciados y desechados por todos, unos vampiros de pura raza jamás buscarían a un media sangre, eran demasiado arrogantes para querer a alguien más débil.

Ya comenzaba a despuntar el sol cuando decidió volver a la casa del mestizo, necesitaba descansar antes de volver a salir a patrullar, de momento los vampiros no habían mostrado indicios de querer atacar la aldea pronto, solo parecían que querían jugar antes de atacar.

Con pesados pasos se dirigió de vuelta, toda la aldea se encontraba en completo silencio, los aldeanos aún dormían y no se podía escuchar ni un alma, era realmente un lugar acogedor y apacible, donde si quisiera podría mudarse con su manada y cohabitar con los humanos, ayudándose los unos a los otros, quizás debería proponerlo, en aquel momento pensaba que era buena idea vivir en ese lugar. Su lobo le murmuraba que sería lo ideal, pero él lo acalló, estaba demasiado cansado para siquiera lidiar con su animal.

Llegó a la casa en un momento y se encaminó escaleras arriba hacia la habitación donde descansaba su hermano pequeño, solo deseaba acurrucarse junto a él y dormir por un par de horas. Abrió la puerta de la habitación para encontrar dos bolitas durmiendo plácidamente bajo las sábanas, protegiéndose del frío que hacía fuera, se quedó parado allí en silencio contemplando la escena de su hermano descansando entre los brazos del mestizo.

Se acercó a la orilla de la cama para poder ver mejor a los dos chicos cobijados en aquella cama, puede que fuera porque estaba agotado pero no se lo pensó dos veces, se tumbó junto a los dos chicos y posó su brazo sobre los pequeños cuerpos que descansaban en aquella cama.

Aquel movimiento despertó a uno de los dos "¿Chris?" murmuró el mestizo todavía muy dormido.
El alfa los abrazó fuerte contra su pecho, quedando el pequeño entre ellos "Shh, solo duerme Min" dijo con suavidad intentando no despertarlo más.
La pequeña mano del vampiro se posó sobre el cansado rostro del mayor "¿Estás bien?" aún en aquel estado de sueño el joven era capaz de preocuparse por él, sintió como se estrujaba su pecho.
Sin pensarlo se inclinó y besó con ternura la frente del mestizo que cerró los ojos ante el contacto "Estoy bien ahora" vio como una pequeña sonrisa se dibujó sobre los rosados labios del joven.
"Descansa, Chris" respondió con dulzura el mestizo antes de caer rendido ante el cansancio una vez más.
Chris se quedó mirándolo con una sonrisa boba en el rostro antes de acariciar su cabeza con delicadeza "Tu también, Min"

Aquella noche pudo conciliar el sueño sin que el más mínimo sonido lo pusiera alerta, debido a todas las noches que llevaba durmiendo mal se pasó de horas y cuando por fin despertó el sol ya brillará en lo alto de la aldea, se alzó de la cama alarmado para descubrir que se encontraba solo en la casa. Salió de la estancia y camino hacia la cocina para encontrar un pequeño desayuno preparado para él con una nota de su hermano que le robó una sonrisa.

LavenderNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ