Amor a Contrato

Otra Noche en Miami

Capítulo 23

Camila miraba por la ventana del auto viendo el mar, cada mañana era la misma ruta y cada mañana se perdía mirando las grandes playas de Miami mientras su chofer primero dejaría a Shawn y luego le llevaría a su trabajo. Era parte de su rutina, pero aun así Shawn pudo notar que algo andaba mal con la castaña, más allá de su acuerdo, eran buenos amigos y nunca había visto a la castaña tan decaída, apenas hablaban en casa y se empezaba a sentir algo incómodo al estar en medio de una gran casa gigante con Camila ahí, pero sintiendo una gran soledad sin su amiga que solía bromear o el buen ánimo que solía llevar la latina, ni siquiera había entrado al cuarto de música que tenían en su casa, esto llevaba así desde que regresó y aunque para el ojo público seguían siendo un perfecto matrimonio, seguía siendo parte de la actuación que llevaban desde hace años.

—Estaba pensando en que podríamos ir a comer algo juntos, de hace mucho no lo hacemos. —Shawn habló, pero Camila seguía mirando el mar que aquel día le recordó a los ojos de Lauren por los tonos verdosos que este tenía. —Camila.

—¿Qué decías? —La castaña se volteó a mirarlo, debía sacar a Lauren de su cabeza.

—Que podríamos almorzar juntos.

—¿Tienes un evento o...

—Solo quiero pasar un poco de tiempo contigo, ¿Eso está bien?

—Claro. —Camila dijo encogiéndose de hombros.

La empresaria veía todo el papeleo que tenía para ese sintiéndose cansada automáticamente, en la mayoría de los casos podría simplemente firmar confiando en el trabajo de las y los demás, pero eso no sería una opción para ella, se dedicaba a revisar cada documento minuciosamente con tal de que todo estuviera perfecto. El tiempo pasó volando pues había pedido que aquella mañana no le molestaran para poder avanzar con rapidez, pero aquello terminó antes de que pudiese ir a almorzar.

—Camila. —La castaña levantó su vista del papeleo algo sorprendida al ver a la persona en la entrada.

—¿Qué haces aquí?

—Pues he venido a verte, es algo obvio. —Su padre sonrió antes de entrar para tomar asiento frente a ella. —Esperaba un mejor recibimiento.

—Lo siento, papá. Solo he tenido largos días preparando la sucursal para Chicago, aún faltan los últimos detalles, sobretodo el ver a quien la dirigirá.

—Yo sé. Sobre eso venía a hablarte. —Alejandro le miró a los ojos y Camila notó algo raro en ellos.

—No creo que Dinah quiera hacerlo, ella ama el sol de Miami. —Camila dijo pensando en la cara de Dina al comentárselo, aunque probablemente por el dinero aceptaría y claro, con un puesto seguro para Normani. —Aunque pensándolo bien...

—Te irás tú.

—¿Qué? —Camila dijo sorprendida.

—No confío en nadie más para establecerlo, solo será un tiempo.

—Eso dijiste sobre el contrato del hospital y me llevó más tiempo, sabes que Shawn no se irá de acá. Acá está nuestra vida.

—Pues puedes viajar cada cierto tiempo, no es como si tu matrimonio fuese real. —Su padre empezaba a ocupar sus cartas bajo la manga y lo sabía.

—¿Y quién se preocupará de esta sucursal?

—Yo.

—Papá, tu estas retirado.

—Pues he decidido volver, ya he viajado lo suficiente y con tu madre ya lo hablamos, ella también volverá.

—Pero es el puesto de Normani.... Oh, ¿Quieres llevarnos lejos a todas?