Milagro De Amor

Cap 17

Derek:

—¿Qué es lo primero que haremos?- pronuncia Noah mientras observa su celular.

—Nesitaremos ayuda, así que hablaré con Cora y creo que también lo haré con Peter- al decir ese nombre veo como Noah se pone nervioso y guarda su celular.

—Creo que con la ayuda de Cora será suficiente,no veo el porqué de involucrar a más personas.

—¿Qué sucede? ¿Qué hizo Peter que no quieres que lo llame?- pronuncio sin dejar de mirar el camino mientras conduzco.

Noah resopla antes de comenzar a hablar.

—No hizo nada- es lo único que dice antes de cruzar sus brazos sobre su pecho.

Sin previo aviso salgo de la carretera cosa que asusta a Noah y lo hace sujetarse con fuerza de su asiento. Estaciono el auto en unos matorrales que se encuentran a lado del camino.

—¿Qué sucede?

—Peter y yo no estamos en buenos términos. Sucedieron cosas que hacen que no podamos estar en la misma habitación sin que él quiera arrancarme la cabeza- eso sin duda suena a algo que Peter haría. Necesito saber el motivo de su pelea, así podré tratar de solucionar para tener la ayuda de Peter en todo esto.

—¿ Cuál es el motivo de eso?

—No creo que tenga porque darte explicaciones de lo que sucedió. Sólo concéntrate en conducir, tenemos que llegar a Beacon Hills lo antes posible- después de eso no dice nada más. Así que retomo el camino al pueblo.

El viaje de regreso es más cansado de lo que había pensado, pero aún así llego a casa de Lydia antes que a la mía.

Noah me espera en el coche mientras yo me acerco a la puerta principal para tocar el timbre.

—Derek- dice la pelirroja al abrir la puerta e invitarme con su mano a entrar en la residencia.

—¿Dónde está Claudio?

— Está en su habitación. Lo puedo llamar si quieres.

—No,yo puedo ir hasta allí- comienzo a caminar hacia las escaleras.

—No lo regañes- pronuncia Lydia antes de que llegue al último escalón.

Al estar frente a la puerta de la habitación de Claudio toco con firmeza.

— Adelante.

Al entrar veo como está en el escritorio que está junto a la gran ventana de la habitación. Hay libros esparcidos por toda la superficie, es como si estuviera indagando sobre algo

—¿No hay abrazo para tu padre?- levanta su vista de los libros .

— ¡Papá!- grita antes de correr a mis brazos.

Al sujetarlo lo elevó en el aire poniéndolo a la altura de mi pecho.

—Te extrañe- pronuncia mientras esconde su rostro en mi cuello.

—No lo creo, ya que estuviste muy ocupado desobedeciendo mis órdenes- siento como se tensa en mis brazos y es el mejor momento para bajarlo.

— Podemos hablar de esto cuando rescatemos a Samuel- camina hacia la puerta pero al sentir que no lo sigo gira su cabeza—¿No vienes?

—No sin antes hablar contigo, siéntate- le ordenó a la vez que le señalo la cama.

—No es un buen momento para que me des un sermón- levanta un poco su pie para dejarlo caer y hacer un ruido algo molesto.