21 de abril

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Tras unas semanas más relajadas, Elizabeth e Isabelle pudieron por fin echar un vistazo a aquellos tres malditos libros.

Aquel que trataba sobre la voluntad en la magia explicaba procesos para controlar el cuerpo y la mente de las personas más allá del hechizo Imperius.
Pociones, rituales sangrientos, poderosos sortilegios...
Descubrió también algo que las llamó la atención especialmente: la magia arcana.
El libro la nombraba al hacer referencia a la magia vudú para herir el cuerpo de un enemigo, pero se dieron cuenta de que aquello era un campo mucho más amplio.
—¿Habías oído hablar de ella? —preguntó Elizabeth entre susurros mientras leían el libro bajo la luz de la luna en la tranquila y segura Torre de Astronomía.

La rubia asintió sin despegar la vista de las páginas enmohecidas del grueso tomo.
—Sí, pero no demasiado. Es una clase de magia ancestral. Dejó de usarse porque exige un equilibrio, un sacrificio, funciona distinto a la que estudiamos en el colegio. Es más peligrosa, y exige muchos más conocimientos. Antiguamente solo los sabios la empleaban —explicó—. Durante la Inquisición quemaron a muchas brujas asociándolas a esta magia, así que perdió mucha popularidad en la comunidad mágica y casi se extinguió, pero es una leyenda viva en la cultura muggle.

Elizabeth la escuchaba atentamente. Su amiga verdaderamente sabía más sobre la historia de la magia, sobre todo la oscura, de lo que ella creía en un principio.
—¿Y cómo es? —preguntó la morena, tentada.
Isabelle apartó por fin la vista del libro y fijó sus ojos violetas en ella.
—Asquerosa. Sangre, vísceras, ojos... aunque claro, te gustan las pociones, tú la disfrutarías —añadió con una ligera sonrisa.

Elizabeth puso los ojos en blanco, divertida.
—¿Pero cómo es? ¿Para qué se usa? —preguntó verdaderamente interesada.
—Como hemos leído se utiliza en rituales. Cuanto más poder, más efectiva, así que es recomendable que la lleve a cabo más de una persona. Intervienen muchas energía místicas y esas cosas, así que se deben anclar los espíritus con círculos de sal, velas... los conjuros son complicados y la mayoría están en sumerio, sánscrito y lenguas muy antiguas. Para que te hagas una idea, los rituales arcanos más modernos están en egipcio antiguo y griego clásico —explicó con un toque cómico.

Elizabeth la miró boquiabierta.
—¿Y qué magia hacía esa gente?
—Pues como habrás oído la Edad Antigua no se caracteriza por sus pacíficas etapas, Lizzy. Prácticamente todo son hechizos para matar cosechas, provocar la muerte de reyes y amantes, provocar abortos dolorosos a mujeres, volver locos a los caballos de los ejércitos, generar plagas... —enumeró.
La morena no daba crédito.
—Por Merlín, ¿por qué no se habla de esto en clase?

Isabelle se encogió de hombros.
—Porque la consideran Magia Oscura, supongo. La historia que estudiamos está muy incompleta, solo se centra en la magia práctica, de varita, la "buena" —Elizabeth percibió desacuerdo y reproche en las palabras de su mejor amiga—. La que les interesa, claro. Si te das cuenta tampoco estudiamos historia anterior a la Antigua Grecia, donde surgió esta. Nunca mencionan los conjuros de Egipto, y mucho menos los rituales de Babilonia. Y eso en el mundo más occidental, de las tribus africanas y amazónicas, imperios asiáticos y aldeas indígenas mejor ni hablamos. Ignoran la magia arcana, de espíritu, de sangre...

La morena no sabía qué decir ante aquellas evidencias. Cuando discutían sobre el tema ella solía apoyar lo que conocía y defendía la enseñanza del colegio, pero aquello eran palabras irrefutables.
—Ya... ¿cómo sabes tanto?

La rubia sonrió con sorna.
—No sé nada, Lizzy. Pero ya sabes, mi padre es una especie de filántropo de la magia, y mi madre estudia la historia en profundidad...

Entonces a Elizabeth se le iluminaron los ojos.
—¡Ya sé quién nos puede enseñar más sobre eso!
—¿Quién?
—La señora Bagshot, mi vecina —asintió convencida.
—¿Bathilda Bagshot es tu vecina? —luego chasqueó la lengua—. Es verdad, lo dijiste alguna vez... pero es una mujer muy atareada, no creo que tenga tiempo para...
—Es una señora mayor a la que le encanta tomar el té y charlar. Iremos este verano —asintió entusiasmada.

Elizabeth Potter | La hermana pequeña de James PotterWhere stories live. Discover now