Pergamino 9

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Desde temprano hubo un gran movimiento, el jardín volvía a ser decorado y la comida iba de aquí para allá.

Yo había ayudado con algunas cosas pero Mito me dio permiso de dejarlo en manos de alguien más e ir a la entrada a esperarlos.

Tobirama se había entercado en ir conmigo, nos hemos tratado mejor pero él sigue pendiente por si llego a decir algo de mi pasado.

— Creo que ya vienen.

Da la orden de abrir la puerta y a lo lejos encabezando al Clan viene Madara. Ve a mi esposo y hace una mueca de desagrado, algo que al parecer es mutuo.

—¿Debo de enterarme de algo? Parece que ustedes dos se van a agarrar a golpes en cualquier momento.

— No creo que sea algo que te guste escuchar.

— Prueba.

— Yo maté a Izuna Uchiha.

Lo miro boquiabierta, siempre me había parecido alguien fuerte pero nunca pensé que tanto. Me parece raro que Madara no haya buscado venganza, a como es.

— Te lo dije, en aquel entonces todavía estábamos en guerra.

— ¿Y Madara-sama no tomó represalia?.

— Lo intentó pero Hashirama intervino antes de que algo malo pasara.

— Vaya...

Madara llega y mira despectivo a Tobirama.

— Ah tú eres la hija de Botan, Rumiko.

— Bienvenido Madara-sama.

— Espero que todo haya ido bien.

— Sí, las demás estarán contentas de verlo al fin aquí.

— Tal vez eso pueda ser muy pronto...

Voltea hacia atrás, Issey me sonríe y me abraza con fuerza. Viene acompañada de Umi que sólo me saluda con la cabeza.

— Rumiko, que alegría me da volver a verte ¿Cómo estás? ¿Te han tratado bien?.

Le lanza una mirada asesina a Tobirama, si supiera que él podría comérsela para el desayuno. Aunque conociéndola no le importaría morir con tal de luchar por su hermana.

— Tranquila y sí me han tratado bien.

—¿Enserio? Pero mira lo delgada que estás y no tienes ni un año de casada.

— Siempre he sido delgada.

— Yo decidire eso.

— Por cierto él es mi esposo, Senju Tobirama.

Ella lo saluda aún con cierta reserva, pero pronto pierde todo el interés en él y vuelve conmigo.

— Hemos aprovechado ésta visita para realizar aquí la boda.

—¿Tan rápido?.

— Tú estás aquí, quería aprovechar que se firmará el acuerdo de paz para hacer dos celebraciones en una, Madara-sama me ha dado permiso para ello.

—¿Y mamá?.

— Viene más atrás, casi le da un ataque cuando adelantamos tanto la boda.

— Entonces te felicito.

Nos abrazamos de nuevo, un carraspeo nos saca de nuestra celebración individual. Madara ve a Issey cruzado de brazos.

— Después tendremos tiempo para esto, ahora sigamos y no atoremos la entrada.

La Primera ViajeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora