Capítulo 2

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Springtrap se alejó junto a Bonnie de aquella escena de muerte. Poco después, se acercaba la albina junto a su prometido Foxy, el cual era un hombre pelirrojo con orejas y cola de zorro, con el motivo de auxiliar al Comendador Freddy, lamentablemente su ayuda habría llegado muy tarde. Junto a ellos les acompañaba un grupo de soldados que a su vez traían consigo lamparas de aceite, iluminando con su luz aquel oscuro lugar.

—¡Debemos socorrer al Comendador en peligro! —dijo Mangle. Su prometido, con tono envalentonado, le comentó mientras desenfundaba su espada:

—¡Derramaré toda mi sangre si es necesario! —entonces, dirigió la palabra a su amada—. Dime, ¿dónde está el asesino?

—Debe estar en algún lugar de este inmenso patio —fue la respuesta de parte de ella.

Así Foxy y los soldados emprendieron la búsqueda a través de todo el gran patio, con el fin de encontrar a aquel que derramó la sangre de Freddy. Incluso, la gran servidumbre de la mansión se dispuso a ayudar para dar con el paradero del asesino. Hasta que entonces, el repentino grito horrorizado de la albina los sorprendió.

—¡Dios mío! —exclamó. Y todos, se acercaron a ella y contemplaron el motivo de su espanto: Mangle había encontrado el cuerpo sin vida de Freddy, bañado en sangre. Foxy, su prometido, se acercó nostálgico a ella.

—Señor... —dijo tras enfundar su espada, y procedió a envolver a su amada en un abrazo, la cual comenzaba a respirar dificultosamente.

—Ese maldito lo ha asesinado, esta sangre... —decía Mangle, mirando el cadáver—... está teñida y cubierta del color de la muerte —su voz comenzaba a quebrarse, sollozando—. Dio su vida para salvarme —fue lo último que dijo antes de caer desplomada en los brazos de Foxy.

—¡Camaradas! ¡Ayudadme a socorrer a mi amada! —dijo este a los soldados y a la servidumbre—. Traigan alguna escencia, algo que la ayude.

Tan sólo estas palabras fueron suficientes para que la servidumbre se encaminara con paso rápido a la mansión, en busca de algo que ayudara a Mangle a volver en sí. Mientras tanto, los soldados siguieron buscando al asesino, y Foxy cuidaba de su amada. Tras un no muy largo lapso, uno de los sirvientes volvió con un té y Foxy hizo a Mangle ingerirlo, y así poco a poco, la susodicha se fue recuperando. Al notar esto, Foxy dirigió su palabra a los soldados.

—Rápido, cubran el cuerpo con algo. Mi amada está recuperando la conciencia y si lo ve ahí volverá a desmayarse.

Dicho esto, los soldados cubrieron el cuerpo sin vida con una sábana y lo trasladaron a otro lugar. Foxy continuaba junto a Mangle mientras esta se recuperaba, ella aún lamentaba con gran pesar la muerte del soldado que le salvó la vida, y Foxy trataba de consolarla y hacer que se calmara, no quería verla sufrir por algo que no fue su culpa.

—Ayúdame a vengar su muerte —dijo Mangle sosteniendo las manos de su amado— ¡Jura que me ayudarás a vengar su sangre!

—¡Lo juro! Lo juro por tus ojos —respondió Foxy mirándola— ¡Lo juro por nuestro amor!

Fue entonces cuando la pareja de zorros comenzó a planear como vengar la muerte del Comendador.

Ya bastante alejados de allí, entre las diferentes calles de la ciudad, se encontraba Springtrap hablando con Bonnie.

—¡Vamos, date prisa! Se trata de un asunto importante —dijo Springtrap, entrando a un oscuro y solitario callejón.

—¿Y qué es ese asunto tan importante? —contestó Bonnie, siguiendo a su jefe cual perro fiel.

—Jura que no dirás nada de lo que sucedió hace rato con el Comendador.

—Lo juro por mi honor... ¿estamos sólos?

Springtrap echó un vistazo a los alrededores.

—Eso parece —respondió tras terminar la inspección.

—¿Nadie nos está escuchando? —preguntó nuevamente Bonnie.

—¡Vamos! ¿Qué es lo que quieres decir? —Sprintrap comenzaba a enojarse.

—¿Está seguro que nadie escuchará? ¿Puedo hablar con total libertad? —seguía preguntando Bonnie, aún sin estar muy convencido.

—Sí, claro que puedes —contestó Springtrap, ya carente de paciencia. Bonnie, aparentemente ya seguro, se irguió.

—Pues bien, si es así, mi querido amo —hizo una leve pausa— ¡Llevais una vida de bribón! —exclamó y arrancó a correr. Trató de huir, pero Springtrap lo siguió hasta acorralarlo en una pared.

—¡Temerario! ¿Cómo osas decirme eso? —le comentó ofendido, tomando una piedra en sus manos—. A la próxima que hagas o digas algo estúpido, ¡te irá peor! —y dicho esto lanzó con fuerza la piedra en la entrepierna de Bonnie, y este soltó un grito de dolor.

—¡No diré más! ¡Lo juro! —gimió adolorido, medio arrodillado.

—Así seremos amigos, pero escúchame un momento... ¿sabes qué hago aquí?

—¿Tratar de hacer otra conquista? —preguntó el pelimorado tratando de ponerse en pie—. Debo saberlo, para ponerla en la lista.

—¡Eres un gran hombre! Has de saber que amo a Mangle, es una bella dama —Springtrap sonrió—. Y además, ella me ama, la ví, le hablé, y vendrá conmigo esta noche a mi finca.

Bonnie, sólo se limitaba a pensar: —Si, claro. Ella está enamorada de alguien más.

Los pensamientos de Bonnie fueron silenciados por la siguiente frase de su amo.

—Espera —dijo este—, me llega un aroma a mujer —añadió con acento coqueto.

—¡Cáspita! ¡Que gran olfato!

—Diría que es una mujer hermosa.

—¡Y menudo ojo!

—Debemos investigar —ordenó Springtrap alejandose con Bonnie siguiendole.
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Bueno, y ese ha sido el capítulo de hoy, espero que les haya gustado, pero antes de irme díganme:

¿Que les pareció el capítulo?

¿Que creen que pase en el siguiente capítulo?

Bueno, nos vemos en tres o cuatro días, mis queridos lectores y lectoras, sin más que decir, me despido.

Don Giovanni (FNaF) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora