Capítulo 9

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Sydney.

Ha pasado media hora desde que ha llegado la empresa de catering. Han estado instalando sillas alrededor de las mesas y el puesto de barbacoa. Y una serie de otras cosas. Se suponía que debía estar allí para buscar arreglos. Pero mi mente no pudo concentrarse debido a la tarea que me pidieron hacer. Entonces, Abigail intercambió la tarea conmigo.

La empresa de catering tiene sus propios camareros. Yo o Abigail no estamos obligadas a hacer mucho hoy. Entonces, ahora se supone que debo estar en la cocina durante todo el día ejecutando tareas allí, la familia Blake me pidió que eso haga.

No puedo hablar con Abigail o decirle la razón detrás de mi preocupación. Pedir ayuda nunca me ha ido bien. Entonces, ya no lo intento. Incluso si quiero intentarlo, no puedo. Ahora, estoy parada en la cocina preparando un té medicinal especial que Isabella toma.

No estoy pensando si voy a mentir o no. Sé que lo voy a hacer. Pero me siento nerviosa y asustada. ¿Qué pasa que si una vez acuso a esa persona y él trata de hacerme daño después? Todavía estoy preparando el té cuando suena el intercomunicador.

—Quiero a alguien en mi habitación de inmediato —La voz de Rose hace eco y no espera una respuesta para colgar.

Ya he terminado de hacer té. Primero, entro en la habitación de Isabella. Una chica de unos 20 años le está arreglando el pelo. Otra cosa que muestra lo importante que es este almuerzo para los Blake. Isabella siempre llama a una esteticista profesional si hay un evento importante. Y también lo hacen todas las otras chicas.

Después de colocar la taza espero allí por si ella necesita algo más. Pero ella me hace un gesto para que me vaya. Entonces, me voy y me dirijo a la habitación de Rose.

—¡¿Qué demonios te tomó tanto tiempo?! —Grita ella mientras le dice a la chica que le está maquillando que se detenga.

Antes de que pueda responder, ella habla:

— ¿Dónde diablos está mi vestido? —pregunta aun frunciendo el ceño.

—Yo...—Estoy a punto de responderle cuando me corta y me arroja un vestido que me golpea en la cara, pero antes de que caiga al suelo, lo atrapo.

—Plancha este ahora —Ella ordena y se gira para mirar al espejo otra vez. La chica que le estaba maquillando reanuda su trabajo.

Salgo de la habitación y dejo escapar el aliento que estaba conteniendo. Me siento aliviada al salir sin ser golpeada. Sosteniendo su vestido con cuidado, camino hacia mi habitación. Esta mansión tiene una sala de lavandería donde planchamos los vestidos, pero siempre vengo a mi habitación a planchar la ropa. Su vestido azul cuelga junto al soporte de hierro.

Me lleva 20 largos minutos planchar ese vestido. Él es con pocos adornos pero bastante largo. Después de que termino, no pierdo ningún otro segundo y comienzo a marchar a su habitación. En esto, mis hombros se sienten débiles. Los golpes que recibí de María hace 4 días en mi espalda aún me recuerdan lo inútil que soy según palabras de ellas.

Desearía poder dormir para siempre sin pesadillas. Y con el pensamiento de mis pesadillas, reanudo mi oración a cualquier Dios que quiera escucharme. Escucharme que quiero ayuda. No quiero ver a ese monstruo hoy en el almuerzo y tampoco quiero vivir mi vida con él. Incluso la idea de verlo me dificulta la respiración. Entonces, rezo por el fin de mis miserias. No quiero más palizas. No quiero vivir una vida tan horrible. Y si mi vida tiene que ser así, por favor Dios, quítame la vida.

Estoy tan absorta en mis pensamientos que no escucho los pasos que vienen del frente y choco contra alguien, mis manos se adelantan para hacer algo de distancia, pero luego registro la identidad de la persona y mi mente se congela.

DestrozadaМесто, где живут истории. Откройте их для себя