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(amo a cedric de fondo con viktor y hermione)
Estabas tratando de contener la risa cuando viste a la profesora McGonagall tomar a Ron de la mano y obligarlo a bailar con ella.
"¿No dejarán que se olvide de esto, no?" Le susurraste a los gemelos Weasley, que se encontraban parados a tu lado.
"No, se lo recordaré hasta el día que me muera" Dijo Fred entre risas. George se unió a él y finalmente dejó soltar una carcajada.
Ellos no eran los únicos riendo, pero todas esas risitas y susurros se detuvieron de inmediato cuando McGonagall levantó la mano, exigiendo silencio.
"Ahora, escojan a una pareja y comiencen a practicar." Las chicas se pararon de inmediato y esperaron a que los chicos las inviten a bailar. Ellos, al contrario, estaban un poco tensos y tardaron en acercarse a ellas.
"Disculpame, ¿no me concederías ésta pieza?" De repente escuchaste una voz a tu izquierda. Te giraste y te encontraste con aquel cabello rubio tan familiar. Draco se inclinó y te ofreció su mano, deseando que la tomarás.
"Siempre un caballero, señor Malfoy." Dijiste sarcasticamente mientras tomabas su mano. "¿Pero no te parece demasiado inclinarte?" Dijiste bromeando.
"No, claro que no. Se llaman modales, señorita Laywer."
"Oh, de acuerdo." Respondiste riéndote un poco. Draco te acercó más a él, una mano sosteniendo la tuya y la otra sujetando tu cintura. "¿A qué le debo el placer de bailar con vos?"
Draco sonrió levemente. "Bueno, pensé que sería mejor practicar antes del baile. No quiero que me pises los pies."
"Bueno, suponiendo que seré tu pareja. Todavía no me preguntaste."
"¿No?"
"No." Él te acercó un poco más. "Muchos me preguntaron." Mentiste.
"No se atreverían." Pudiste notar como se había puesto celoso, por lo que decidiste seguir con tu pequeña y piadosa mentira.
"Oh, claro que sí. Uno de ellos me ofreció chocolates en la sala común de Gryffindor ayer." Continuaste mintiendo. "¿Vos que me ofreces?"
“Bueno, podría ofrecerte una noche en las mazmorras de Slytherin. Nos sentariamos al lado de la chimenea mientras tomamos chocolate caliente. Y, por supuesto, estarías con ese chico rubio súper hermoso con el que pasarías la noche." Dijo sonriendo y acercándose más, su nariz casi toca la tuya. "Ah, y también podrías comer unos bombones de chocolate."
"Suena tentador." Tu voz parecía un susurro. "¿Cómo podría decirle que no a unos bombones de chocolate?" Draco se ríe un poco, mirando sus pies por apenas un segundo. Cuando vuelve a levantar la cabeza, parece un poco más serio.
"¿Entonces es un sí? ¿Irás al baile conmigo?"
"Bueno, tendré que cancelar todas mis otras citas, algunas muy tentadoras." Dijiste bromeando. Él se rió, haciendo que tu sonrisa se ensanche aún más. "Pero... Sí, me encantaría ir con vos."
"Genial." Contestó de poner sus labios sobre los tuyos, besándote muy apasionadamente para la profesora McGonagall, que se pusó detrás de ustedes, aclarándose la garganta y mirándolos a los dos seriamente y negando con la cabeza antes de seguir bailando con Ron, que estaba más rojo que un tomate.
Draco puso los ojos en blanco y abrió la boca para decir algo, pero no lo dejaste ni siquiera empezar.
"¡No, no te atrevas a decir algo malo de Gryffindor o de McGonagall!" El mantuvo su boca cerrada. Le sonreiste en forma de agradecimiento. "Otra cosa, por favor decime que tu traje se ve muchísimo mejor que el de Ron." La presumida y burlona sonrisa que suele usar cuando se burla de las personas apareció en su rostro.
"¿Qué? ¿A Weasley no le gusta el bonito vestido que le envió su madre?" Dijo riendo. No te gustaba cuando se burlaba de tus amigos, pero está vez tenía razón, así que te quedaste callada.
"Se ve terrible." Draco se río al escucharte criticar a tu amigo.
"Sí, voy a usar un traje negro normal. Va a combinar con lo que sea que vayas a usar." Murmurró, haciéndote sonreír. Se alejó un poco y te miró a los ojos. "Decíme que te vas a poner."
Te reiste. “¿Por qué querés saber? ¡Va a ser una sorpresa!" Una sonrisa apareció en la cara de Draco.
"Sólo decíme que tan largo será."
"Sos un tarado, Malfoy." Reiste mientras mirabas a tu alrededor chequeando que nadie esté escuchando tu conversación. "Eso no se le pregunta a una dama."
"¿Hasta las rodillas?" Continuó, su sonrisa se hacía cada que vez más amplia.
"¡Draco!"
"¿Te cubre los muslos?" Riéndote le golpeaste el hombro, provocando que haga un puchero falso. De repente, la música se detuvo y la profesora McGonagall levantó la voz por encima del murmullo de los estudiantes.
“Estuvieron geniales. Me gustaría que sigan practicando en su tiempo libre, pero por ahora, eso debería ser suficiente." En el momento en que terminó de hablar la mayoría de los estudiantes abandonaron la sala, aliviados de que la clase haya terminado. Draco pasó un brazo por tus los hombros y caminó con vos hacia la salida.
"Hey, ¿no te gustaría ir a 'practicar' en las mazmorras de Slytherin?" Dijo sonriendo pícaramente mientras hacia comillas con sus dedos. Te reiste y pudiste ver como algunas personas a tu alrededor levantaron las cejas y te miraron sorprendidos. A Draco no podía importarle menos.
