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Capítulo 21

Solo había una lámpara dentro de la habitación, y estaba al lado de la cama. Su tenue luz amarilla [1] aparentemente intensificaba sus deseos.

Eran realmente feroces. El sonido 'pa pa pa' de sus bofetadas resonó en mis oídos. Escuché los pantalones de mi esposo cada vez más rápidos. Era como si fuera estrangulado gradualmente, perdiendo lentamente su capacidad de respirar aire.

Lo escuché soltar un grito ahogado, seguido de un gemido prolongado del amor de la infancia. Lo vi patear la pierna de mi esposo después de la dicha del clímax como si quisiera que volviera.

Sin embargo, mi esposo no respondió. Probablemente ya estaba muerto.

Entonces, saqué y usé un par de guantes de plástico, luego cerré ligeramente la puerta de la habitación y la cerré con mi llave. Desde el interior de la habitación, pude escuchar a la novia de la infancia seducir a mi esposo. Parecía burlarse de él al decir que no era capaz de hacerlo para otra ronda.

Luego, el sonido de un objeto pesado cayendo al suelo provenía del interior de la habitación. Era bastante ruidoso. Aparentemente asustó a las cigarras fuera de la puerta cuando todo quedó en silencio. El amor de la infancia murmuró incrédulo, "¿Cómo podría ...?" Su voz tembló como si reprimiera su miedo, "Cómo ... cómo podría ..."

Creo que el amor de la infancia debería haber comprobado si mi esposo todavía respiraba.

Después de eso, escuché su grito histérico. Era como un petirrojo que pedía ayuda antes de ser ahogado. Yo era un cuervo desagradable.

Lentamente caminé hacia la ventana al lado de la habitación para mirarlos.

La habitación que eligieron estaba ubicada en la parte interior de la casa con las ventanas también hacia el interior. La única ventana abierta era muy pequeña. Esto se debió a que mi esposo era bastante supersticioso y creía que las grandes ventanas harían que el dinero saliera volando si lo usaban para decorar.

Probablemente fue imposible salir de él basado en la figura del amor de la infancia.

Me acerqué, encendí mi linterna, la encendí dentro de la habitación y golpeé sin cuidado el cristal de la ventana. El ruido sordo cuando toqué la ventana pronto atrajo la atención del amor de la infancia. Al principio, parecía estar asustado por el resplandor de la linterna, pero luego reaccionó de inmediato, tambaleándose locamente hacia la ventana. Usó sus afiladas uñas para rascarse contra el cristal produciendo un agudo "chirrido".

Su voz sonó un poco distorsionada desde el otro lado del cristal cuando el amor de la infancia gritó: "¡Eres tú ...! ¡Tú eres el que hizo esto!

Me quedé allí, mirándolo con calma.

Las lágrimas fluyeron por su hermoso y atractivo rostro. Por el momento, parecía tan pálido como un fantasma. "No fui yo ..." murmuró suavemente, "¡Fuiste tú ...! ¡Tú lo mataste!"

"Oh" sonreí "Sí, fui yo".