Capítulo 4

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- Yoongi, no te tortures de esa forma -insistió su amigo.

- Pero Hyung, él me pidió que los cuidara, yo... No puedo hacerle esto...

- Escucha lo que dices Suga, -habló Namjoon- Jungkook te pidió que cuidaras de su familia aún sabiendo que Jimin es tu predestinado, ¿Crees que si él no lo quisiera así, siquiera te lo habría dicho?

No por nada Namjoon era el presidente de la empresa.

- Nam tiene razón Yoongi, él te los confió a tí, él quiere que los cuides. Pero es tú desición, es una gran responsabilidad así que piénsalo con calma.

- Estoy de acuerdo. Y por eso, como buen jefe, te daré tiempo libre indeterminado para que despejes tu mente y tomes la desición que creas correcta. Nosotros nos vamos, llama cuando quieras ¿si?

Tanto Namjoon como Seokjin se despidieron y caminaron a la puerta  tomados de la mano.

- Por estas cosas es que te amo bombón -susurró Seokjin.

- ¿Quieres tener una cita en la cama, bebé?

- ¡Aún los escucho! -exclamó el anfitrión.

- ¡Lo siento! -dijeron ambos antes de desaparecer por la puerta.

Cualquiera que los viera, así de jóvenes y enamorados, pensarían muchas cosas antes de siquiera imaginarse que son los dueños de una empresa discográfica en ascenso.

Pero eso es lo que son, Seokjin recibió una herencia por parte de su abuela, y Namjoon tenía el cerebro para multiplicar el monto. La pareja había trabajado arduamente hasta llegar a dónde están ahora, y Yoongi había participado desde sus inicios, como el productor principal allí, está claro que ahora tiene colegas que le aligeran el trabajo. La empresa había crecido rápidamente.

- Vino. -pensó en voz alta y se dispuso a buscar una copa.

Una vez con su copa servida, se sentó en el sofá y observó el techo.

¿Qué haría? Ya había ido una vez a su casa, con mucho neutralizador, y la única vez que se atrevió a golpear, no había nadie. Sin embargo, cuando le vió llegar y le oyó hablarle, salió huyendo.

Lo había comprobado, Jungkook tenía razón, él era su predestinado. Pero antes de eso, fué el amor de la vida de su amigo. ¡Por Dios si hasta tenían un bebé!

¿Enlazarse con el omega de su amigo? ¿Criar al cachorro de su amigo? Jungkook era quien debía vivir eso, no él.

¿Jungkook había muerto para dejarle el paso a él? ¿Que tan cruel podía ser el destino? Si había sido esa la razón del maldito accidente, se esforzaría en nadar contra la corriente, y nunca aceptaría nada con Jimin. Pero ¿Y si a causa de eso volvía a ocurrir algo fatal?

También estaba el tema de la confianza. Jungkook utilizó sus últimas fuerzas para hablarle, y de todas las cosas que pudo decir, le contó la verdad y le confió a su familia. Había sido su último deseo y él no podía evitar el hecho de que había comprobado que tenía razón. Demonios que la tenía difícil.

Recordó la razón de su último encuentro y se dispuso a terminar la canción que el menor había ido a grabar ese día. Un cover para su pequeño cachorro, en ese momento, aún no nacido.

No había llegado ni al minuto y ya estaba hecho un mar de lágrimas. Era increíble como la letra de la canción también se ajustaba a su situación, y lo extrañaba, sus visitas inesperadas y el incansable golpeteo de sus nudillos en la puerta, su risa, sus pucheros, y sobre todo ahora que le escuchaba cantar. Su voz era hermosa y tenía un control impresionante sobre ella.

Romero & Menta [KM/YM] (omegaverse)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon