10

737 50 23
                                    


📍Toledo, España

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

📍Toledo, España.

Los atracadores estaban sentados en la mesa del jardín almorzando una paella que Moscú y Nairobi se habían encargado de cocinar. Como era de esperarse, Berlín y Siena estaban uno al lado del otro y a diferencia del resto, ellos bebían vino. El único que no bebía algo con alcohol era el profesor y el resto de la banda tenía botellas de cerveza marca Galicia. Estaban hablando sobre el plan (obviamente) y de algunas dudas acerca de la policía.

—¿Por qué no va a entrar la policía? —preguntó Tokio, mientras miraba al profesor.

—Porque vamos a echar la llave por dentro —respondió Denver mientras se reía con énfasis contagiando al resto de los presentes y logrando que Tokio lo imite. Siena miró de reojo a Berlín y se detuvo a pensar en algo por un momento: ella no era una ladrona, todos allí tenían un historial delictivo (más o menos largo) y ella no tenía experiencia en lo absoluto. Estaba ahí porque no tenía un peso y quería sentirse capaz de hacer algo por una vez en su vida, quería que todos los medios (incluidos los de su país) hablen sobre el robo que iban a hacer y aunque su cara no sería la portada, quería que sus papás sepan que es capaz (junto a la banda) de fabricar millones de euros e irse sin dejar rastro alguno—. Cómo se pica, eh.

—No van a entrar porque nadie en España va a querer que entren —comentó el hombre de gafas mientras Siena mostraba una cara de confusión, si bien buscaban caer de manera simpática a la población española, no creía que iban a llegar a un punto de fanatismo por esos humanos vestidos de rojo y con careta de Dalí.

—¿Qué pasa, que van a hacer un referéndum? —preguntó Nairobi esperando generar risas pero no lo hizo. Berlín, ni lento ni perezoso, apoyó sus cubiertos en su plato mostrando que ya quería más comida y bajó su mano, sin levantar sospechas y la apoyó sobre la pierna de Siena. No era novedad que al mayor le gustaba hacer eso y mucho más si era en público. Le gustaba ver como la argentina abría sus ojos y lo miraba con cierta sorpresa pero, dejaba que el hombre deje varias caricias en ese lugar para después dejarla de manera quieta en la zona de la rodilla.

—Año dos mil once. Un grupo de chavales empieza a ocupar la Puerta del Sol la plaza más emblemática de toda España. Y llegan a reunirse allí más de veinte mil personas —explica el Profesor y Siena parece ser la más atenta de todos, no tenía idea de el hecho del que hablaba el hombre.

—15-M, ¿No? —preguntó Moscú. El profesor asintió en respuesta.

—Eso es. Si nos llegan a decir a cualquiera de nosotros que veinte mil personas iban a acampar en la Puerta del Sol durante un mes, sin que la policía entrara, no lo hubiéramos creído jamás.

—Bueno pero, a ver. No estoy entendiendo la razón de porqué veinte mil personas decidieron acampar en la Puerta del Sol. Es como si yo quisiera acampar en la Plaza de Mayo, imposible —respondió Siena obteniendo miradas de los presentes—, la Plaza de Mayo es como la Puerta del Sol pero en Argentina.

money, power, glory ━ la casa de papelWhere stories live. Discover now