*1 año después*
Memphis, Rose y Ren han cumplido un año, con ello han crecido en tamaño y también en exigencias, andan de acá para allá desde que aprendieron a caminar, de llamarnos porque hablan muchas palabras y mientras eso pasó, Maddox y yo nos volvimos expertos en su dialecto.
De pronto nos vimos traduciendo sus balbuceos a nuestros amigos.
Maddox ha dejado su trabajo durante unos meses para ocuparse de los niños, lo cual me hace completamente feliz, mi esposo trabaja desde casa y con ello nos da la oportunidad de seguir siendo nosotros quienes se ocupen de lleno a ellos.
Él me ha pedido no abandonar la agencia, porque por un tiempo quise ser solamente madre, pero él me convenció de que trabajar no me hacía mala madre, por el contrario.
Ser madre y profesionista me ha llenado en todos los aspectos, soy completamente dichosa por como mi vida me guía.
La manera en que vivo ahora, siendo amada y plena, como jamás creí que podía serlo, casada con el hombre que me robó aquel día de mi despedida de soltera, que se atrevió a encarar a mi padre y mi hermano, que demostró que por amor, las personas cambian.
-Rose- Alice se asoma a la puerta sacándome de mis pensamientos, le sonrío y la veo entrar. -Te traía estos documentos para firmar- deja las carpetas sobre el escritorio.
-Gia tiene los contratos firmados, con ello daremos por terminada la campaña y podremos reabrir para la siguiente temporada-
-Lo sé, Rose. No te preocupes, ya Gia me los mandó, están en mi oficina, solo necesito que firmes la autorización de la campaña-
Firmo en los papeles y cierro las carpetas. Miro a Alice y ella se sienta frente a mí para después tomar mi mano.
-Llama a Maddox, te has pasado la tarde en la computadora-
-Quiero adelantar lo más posible para tener lo que resta del fin de semana libre para mi familia-
-Sé que sí, pero no te preocupes ya todo está bajo control. Aparte, una llamada no es nada- sonríe, tomo mi celular y llamo a mi esposo.
...
Entro al living a contestar una llamada, supongo que es Rose, pues tenía que atender un asunto importante en la agencia y le pedí que fuera y que sería yo quién se haría cargo de nuestros hijos, como lo he hecho desde hace meses. Efectivamente es ella.
Los tres entran llorando, le pido a Rose llamarme en unos minutos y ella asiente y cuelga el celular. Los tres vienen con sus botas de lluvia en las manos y las cazadoras abiertas. Completamente empapados, de inmediato me levanto del sofá para verlos.
-¿Qué pasa?- les pregunto, pero ninguno deja de llorar.
Rose tira las botas dejando mojado el piso. Memphis se sienta en el suelo mientras Ren se recarga a la mesa y pega su cabeza a esta.
-Hey hey hey- les digo. -Mirenme, sigo yo, es mi turno es mi turno- Rose no para de llorar. -Rose, mírame- le pido, ella me mira y se calla. -Es mi turno de llorar, luego seguirá Ren, Memphis y luego tú ¿ok?- pregunto, los dos han guardado silencio. Comienzo a llorar, haciendo sonidos escandalosos, Rose ha dejado de sollozar, Ren me mira extrañado y Memphis sonríe burlón. -Vamos Ren...- Rose vuelve a llorar. -No no, Rose, aún no es tu turno- se calla nuevamente. -Anda Ren- le pido, él solo niega y va directo a las escaleras. -¿Tú Memphis?- le cuestiono, él se niega y talla sus ojos ¿Sigues tú, Rose?- ella solo niega y alza sus brazos para que la abrace y así lo hago. -¿Ya no jugaremos?-
-¡NO!- dicen Ren y Memphis sentándose en el primer peldaño.
-¿Por qué?-
-Quiero a mami- dice Rose con su vocecita parecida a la de mi esposa.
-Oh, pensé que todos llorabamos por mami-
-No- susurran nuevamente los dos niños.
-¿Ya no quieren llorar?-
