73.¿QUÉ SE ME OLVIDA?

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Todos los personajes y la historia pertenecen a Kohei Horikoshi y Masashi Kishimoto

—Dime lo que dijo el cuatro ojos de mi. —dijo Bakugo

—Bueno .... tampoco es que fuera una cosa tan rara. Puede que fuera también el tono que usó cuando lo dijo o el contexto ... —dijo Sakura mesándose la barbilla.

—¡Ve al grano de una vez, frentona!—gritó Bakugo perdiendo la poca paciencia que tenía.

—Cuando te examinó tus heridas, Kabuto susurró que eras uno de ellos—dijo Sakura finalmente.

A Bakugo le entró de repente un dolor agudo en la cabeza al oír las palabras de las pelirrosas. El rubio hizo una mueca de dolor y se llevó la mano a la frente.

—¿Dónde ha escuchado eso antes¿ ¿Qué se me olvida?—pensó Bakugo, con dolor en la sien.

—¡Bakugo! ¿Te encuentras bien?—preguntó Sakura preocupada.

—Estoy perfectamente. —mintió Bakugo, sin saber bien lo que le había ocurrido. —¿Y qué significa que soy uno de ellos?—

—¡Y yo qué voy a saber! Creí que tú sabrías algo.—respondió Sakura, echando un ojo al estado de saludo de Bakugo. Algo no andaba bien con él.

—¡Estuve literalmente muerto a saber cuantos minutos! —replicó molesto Bakugo. —Tengo todo borroso acerca de lo ocurrido en ese bosque de mierda así que no tengo ni idea de a lo que se refiere el cuatro-ojos. Pero lo que sé es que ese cuatro-ojos no es de fiar. Se me escapa algo muy importante ... —se quedó pensativo el rubio.

—Ehhh, te recuerdo que fue Kabuto el que te salvó la vida. —dijo Sakura arqueando una ceja.

—¡Ya lo sé! —dijo Bakugo, enfadado y masajeándose las sienes. —¡No hace falta que me lo repitas!. Suficiente tengo yo estar en deuda con el bastardo ese. Además, tú misma has dicho que es un rarito. No sé porque ahora lo defiendes.—

—Bueno, una cosa es que sea un rarito y otra cosa es que sea un mal tipo que es como lo estás pintando tú. Mira a Lee, por ejemplo.—dijo Sakura observando a Lee, Bakugo la imitó.

—¡Vamos Tenten, tú puedes! ¡Enséñale quién es la mejor!—gritaba entusiasmado Lee moviendo los brazos de manera extraña. Lee al sentirse observado giró la cabeza y vio como le estaban mirando Bakugo y Sakura. —¡La flor de la juventud hará que Tenten derrote a esa de Suna! —levantó el pulgar hacia arriba y mostró sus dientes que brillaban.

—Tsk. —masculló Bakugo con una gota en la nuca. Luego rompió el contacto visual y se fue a dar un paseo por el segundo piso de la sala. —Ese cuatro-ojos esconde algo, estoy seguro. —susurró para sí mismo.

—¿A dónde vas?—preguntó Sakura a su compañero. —¿No vas a ver el combate?—

—Voy a estirar los músculos, pronto será mi combate y no puedo permitirme no estar en las mejores condiciones posibles. —respondió Bakugo metiéndose las manos en los bolsillos.

—Pero te dejas tu espada....—dijo Sakura viendo a Deku en el suelo donde antes estaba Bakugo.

—¡Que le follen a Deku! —contestó Bakugo, se sentía frustrado de ser casi incapaz de sostener su espada por el estado de salud en el que se encontraba.

La verdad es que Bakugo estiró poco y pensó mucho. Uno de ellos. Esa expresión la había escuchado anteriormente en otra ocasión y se moría de rabia por no poder recordar el donde y el cuando. Su instinto le decía que lo que le dijo Sakura era muy importante, y pocas veces su instinto le había fallado. Lo que le fallaba ahora era su memoria.

Katsuki Bakugo en KonohaOnde histórias criam vida. Descubra agora