Sexually || ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ

ᴅᴏs

{𝑻𝒓𝒚 𝒊𝒕𝒐𝒏'𝒊𝒔 𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒅𝒐𝒎}

Han, como siempre, se empeñaba por parecer enfermo cuando daban las clases de educación sexual, pero obviamente fallaba ya que no era muy bueno mintiendo.

Pero rápidamente dejó de fingir mareos cuando habían dicho que las clases de Educación Sexual se habían suspendido ya que el profesor Kim tenía asuntos conforme su vida privada, y había faltado solamente por ese día. Pero refunfuños de una persona algo enojada y nerviosa habían puesto a todos en alerta para guardar silencio.

Acompañados de golpeteos de zapatos que se escuchaban cada vez más cerca. Abriendo la puerta corrediza, un joven de no menos de 30 años con una caja en su mano había aparecido.

Zapatos limpios y sonrisa encantadora, parecía muy pulcro e inocente. Muy bueno ante los ojos de Han, hasta podría llegar a tener un crush sobre él si lo siguiera viendo.

No estaba muy claro el propósito de su visita, menos del contenido en la caja. Con una sonrisa burlona empezó a ver a todos los chicos que lo miraban con cierta curiosidad, en su mayoría chicas, y unos que otros con indiferencia.

Soltó una risita poniéndose enfrente de todos.—Buenos días—hizo una reverencia—soy el "suplente" de el profesor Kim—rodó los ojos y sonriendo—bueno, en realidad soy su hijo; Kris—sonrío—y pues, hoy daré la clase, de Educación sexual—al decir las últimas palabras bajó el tono de voz.

Han apretó sus labios mientras fruncía el ceño. Nada bueno iba a salir de esa clase, no solo porque era de Educación Sexual, si no que esta vez lo impartiría alguien joven, que seguramente no se tomaria los cosas tan enserio como un adulto y a la par de los adolescentes -en realidad- sólo de Han se sentía incómodo.

—Bien—carraspeó—Hoy estaba programado una larga plática acerca de los cambios en su cuerpo y atracción a otras personas, pero siendo que no tengo experiencia y mucho menos un guión de apoyo, pues no podré orientarlos bien—se encogió de hombros—pero haremos una dinámica—levantó la caja.

Permitiendo que los adolescentes dejaran su que imaginación floreciera, Han deseaba que lo que hubiera en caja sea por lo menos un examen acerca de Sexualidad para ya poder irse de ahí. Por muy contrario de Minho, el cual queria que fueran revistas e imágenes tipo Playboy, o por lo menos condones.

Los dedos de Han estaban cruzados mientras cerraba los ojos con respiración algo honda. El joven siguió hablando durante unos 20 minutos, y al parecer nadie le ponía atención, la mayoría estaba haciendo dibujitos en sus cuadernos, o pensando en otras cosas fuera de la asignatura. El chico, al ver las acciones de los chicos, carraspeó un tanto exagerado llamando la atención de todos.

Hizo fricción en ambas manos, para después abrir y cerrar las manos, continuo a eso, adentró una de sus manos dentro del caja y sacó un empaque negro, dejándolo en el escritorio.

De su maleta sacó un gran portapapeles con un montón de hojas, comenzó a ojearlas con desinterés hasta que se detuvo en una. Levantó su dedo índice, para después posarlo en el papel y pasarlo de arriba hacia abajo.

—¿Quién es Han Jisung?—alzó la vista.

El susodicho y actual rubio levantó su mano agachando la cabeza. El pobre chico sólo quería sentir las hojas de papel con preguntas por responder sobre sus manos, pero lo más probable es que no le dieran lo que el deseaba.

—Bien—se levantó agarrando la envoltura a la vez que hurgaba en su maletín sacando algo amarillo de este—ven aquí.

Jisung se levantó de su lugar apretando los puños y susurrando un par de maldiciones. Cuando llegó al lado del suplente soltó un poco de aire que había acumulado.

Han casi se desmaya cuando el suplente le dió un condón y una banana. Minho, por el contrario, soltó una gran carcajada haciendo que los demás hicieran lo mismo, haciendo que Han se avergonzara más de lo que ya estaba.

—Oh, vamos—hizo una mueca.—Esto es importante, vamos Jisung, hazlo.

Las manos del rubio comenzaron temblar y a sudar. Dejó la banana en el escritorio y trató de abrir el empaque,pero sus manos torpes le hicieron una mala jugada, así que optó por abrir el empaque del condón con sus dientes.

El olor a chocolate había inundado las fosas nasales de Jisung, haciendo que lamiera sus labios, probando un poco de ese aceitoso lubricante.

Minho miraba con total atención los movimientos de Han, con una mirada a la que describirían; lujuriosa. Posó una mano cerca de su entrepierna cubriendo el creciente bulto que se formaba entre sus pantalones del colegio.

Las manos del Rubio parecían tan delicadas que desearía sentir esas manos sobre su miembro.

Han tomó la punta de la banana mientras que con su pulgar y su índice dirigía la entrada del condón hacia la punta antes mencionada. Cuando el condón se deslizó por la banana la mayoría de los chicos cambiaron la sonrisa burlona por muecas suprimiendo quejidos de placer. Jisung lo hacia de una forma tan natural y sensual que todos ponian un ojo en él.

—Mhg—se quejó el suplente—Muy—suspiró algo profundo—Muy bien hecho Han, pasa a tu lugar por favor.

Jisung con un leve sonrojo en sus mejillas captó la orden, a lo que se dirigio rápidamente a su asiento. El suplente comenzó a hablar, cambiando de tema para no sentir tanto la tensión, pero todos seguían asimilando lo que había hecho Han, siempre lo habían tachado de Virgen marginado pero al parecer no era así.

Han se acomodó en su lugar, tapándose su cara caliente con amabas manos pidiéndole perdón a su padres y a Dios por haber sido tan explícito y poco pulcro. Minho soltó una risita mientras se abalanzaba hacia delante, cerca del oido de Han.

—Hannie—susurró—me has puesto muy duro—gimoteó.

Un escalofrío se apoderó de su cuerpo junto con un espasmo—Cállate, por favor.

—Que malo eres, Hannie—hizo puchero—Prueba conmigo otro condón.

—Deja de molestar, Min.

—Bueno—suspiró—tarde o temprano lo tendremos que hacer.

Evitando una escena producto de su gran imaginación de Minho sin camisa, clamando por atención en la cama, simplemente le sacó el dedo de en medio, y le volvió a pedir su silencio.

Han maldecía ese día. Mientras que Minho lo había puesto en su calendario de fechas importantes.

Marcándolo como; "El día en que Hannie aprendió a poner un condón"