Sexually || ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ

Nueve

{𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍𝒍𝒚}

Han miró a su alrededor mientras suspiraba profundamente. ¿Cómo es que nuevamente había acabado así?

De nueva cuenta Hyunjin había convencido a Han para que lo acompañara al cumpleaños de un tal Jinwoo, siendo que era mejor amigo de Seungmin, se quería llevar bien con él, pero sabiendo que Seungmin estaría con Jinwoo, mejor dicho, Jinwoo estaría con Seungmin; llevó a Han para hacerle compañía.

Han aceptó debido a que sabía que Hyunjin terminaría tomando más de cuenta tomándose más odioso, y siendo que Seungmin no lo soportaría en ese estado probablemente lo dejaría y Han terminaría siendo el conductor designado.

El pelinegro pensó que esta vez Hyunjin no lo abandonaría y se mantendría a su lado hasta que Seungmin quisiese estar con él, pero eso fue tachado rápidamente cuando vio el cuerpo de Hyunjin alejarse entre los adolescentes que bailan con luces tenues de colores en sus caras.

Su mano pasó rápidamente por su cabello, suspirando con frustración, viendo su tan increible entorno. Todo su alrededor era prometedor; bebidas alcohólicas, cigarrillos, chicas lindas por doquier. Pero Han sabía que cualquier cosa tenia una consecuencia mala.

Gritos que se escuchaban en el fondo se ganaron Ia atención de Han, provocando que guiara su vista a él o la dueña de los gritos.

Siendo un chico de cabello algo blancuzco el dueño de esos gritos, evidentemente ebrio, el cual bailaba y gritaba entre gimoteos, rodeado de varíos jóvenes que reían y gritaban animándolo a continuar.

El chico de cabello blancuzco giró hacia dónde estaba Han y le sonrió, alzando la botella llena de alcohol que tenía—¡Han—rió.—¡Te estaba buscando!

El pelinegro negó con verguenza, viendo cómo Minho se bajaba de la mesa caminando hasta donde se encontraba. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, el rubio se lanzé a los brazos de Han, provocando que el susodicho se exaltara un poco.

—¡Jisungigii,¡Jisungigi!

Han hizo una mueca al sentir el olor a alcohol.

—¿Qué ocurre, Minho?

—¡Te estuve esperando!¿Lo sabes?

—Si,lo sé.

—¿Y tú me estuviste esperando?—Han negó—¡que malo eres!—golpeó el pecho del menor y carcajeó estruendosamente.

—Es mejor que te vayas a casa a descansar, Min

—No quiero, me quiero quedar aquí toda la noche, bebiendo.

—El alcohol es malo

—¿quién dijo que iba a beber alcohol?—encorvo una ceja—y tú eres peor que el alcohol, me haces demasiado mal, Jisung.

—Mejor ve a descansar—rodo los ojos ayudando a que Minho se levantara—Comienzas a decir incoherencias.

—No son incoherencias—gimoteó—Pero en todo caso,¿en donde descansaría?

—Esta es una casa, supongo qué hay camas—se encogió de hombros—Ve a averiguar.

—Acompáñame.