ᴛʀᴇᴄᴇ

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{𝑺𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝒔𝒕𝒂𝒓𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒑𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊𝒆𝒔; 𝑰 𝒔𝒂𝒘 𝑱𝒊𝒔𝒖𝒏𝒈 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒊𝒏𝒈 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 𝑪𝒍𝒂𝒖𝒔}

Veintidós de diciembre y el centro comercial estaba hasta el culo. El aire estaba denso y las personas empujaban sin pena alguna a otras, sin tener por lo menos la molestia de detenerse para disculparse.

Minho ya estaba estresado y queria regresarse a casa, pero Han ni siquiera se dió cuenta, es más, siquiera se tomó la molestia de preguntar por la comodidad de su acompañante debido que no quería arruinar su buen espirito navideño siendo que él realidad estaba muy feliz ya que gustaba de pasar el tiempo comprando cosas para sus seres queridos sin importarle que las personas eran muy irritantes y descorteses.

Su vista se volvió ligeramente traslúcida cubierta por una capa de humo blanco, debido a que sus lentes se había empañado por el aire frío que salía de los aires acondicionados y el calor de su cuerpo por ser rodeado de un número considerable de personas. lrritado -y como pudo-, sacó sus lentes y comenzó a limpiarlos con la tela de su camisa, refunfuñando mientras movía rápidamente sus dedos. Tal vez siendo más importante las promociones que anunciaron en un megáfono de una tienda que la cortesia muchas personas se colaron como pudieron en el espacio en el que se encontraba Minho, siendo cada vez más imposible ponerse ahí, y solo una ultima oferta en otra tienda hizo que acabaran con la poca paciencia de Minho, provocándole un tic en su mano, logrando que soltara sus lentes y un jadeo.

—¡Maldita sea!

Jisung -al igual que otras personas -volteó a ver a Minho, el cual zapateaba en frustración, dándole una linda vista de lo que podía simular a  un Niño haciendo una rabieta por algún juguete.

Abriéndose paso entre las personas logro llegar hasta Min, viendo como sus lentes se encontraban peligrosamente en el suelo.

Con paciencia caminó lentamente hasta los lentes y los tomó, pasándolos por la tela de algodén de su camisa, soplando sobre los vidrios una vez terminada la acción anterior, y con delicadeza los colocó sobre la cabeza de Minho.

—Muy lindo—murmuró pellizcando la mejilla del rubio.

—¿Nos podemos ir ya?—ignoró el alago.

—Todavía no, faltan un par de regalos más.

Minho abrió ligeramente su boca y se cruzó de brazos comenzando a caminar detrás del pelinegro que al terminar de decir esa última oración se giró y comenzó a caminar un poco más rápido que antes. Sus ojos adquirieron un brillo al ver a Han entrar a lo que logró escuchar salir de la boca del mayor un par de palabras que catalogaba a la tienda como la última.

Siendo poco más de media hora más tarde suficiente para que Han saliera de la tienda lleno de bolsas de regalos a sus costados, riendo por no poder pasar bien a través de la puerta que era abierta por un empleado. Minho tan acompañante ayudó a Han a dejar las bolsas en el suelo, tomando asiento en una banca de aquel centro comercial, entrelazando su mano con la del pelinegro.

—Y bien—apretó su agarre—¿Qué quieres para navidad, Min?

—Nada en realidad.

—Todos desean algo en navidad.

—¿Qué no se supone que le debo de pedir mis regalos a aquel viejo regordete de por allá?—señaló a un tipo vestido con un traje rojo, el cual, sentaba a un niño en sus piernas.

Sexually || ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍWhere stories live. Discover now