—————————— Capítulo Cinco Rumores de pasillo ——————————
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Esa mañana el cielo había amanecido más gris de lo habitual, una fría brisa choco contra el rostro de Alissa, provocando un ligero rubor en sus mejillas, allí estaba ella parada en el porche de su casa esperando a que su vecina saliera para irse juntas al instituto.
Había transcurrido alrededor de una semana desde su llegada a Forks, por los momento todo estaba siguiendo un curso tranquilo, a pesar de los acontecimientos que ha provocado su hermano en el instituto con sus grandiosas bromas.
«Anoche paso algo muy malo mientras dormías»
Alissa giró su cabeza al escuchar las palabras de su hermano, justo a un costado de ella estaba Justin con una expresión seria y la mirada puesta en el horizonte.
—¿Qué pasó?—preguntó sin titubear.
El fantasma ladeó la cabeza para llevar su mirada hacia ella, en sus ojos no se denotaba ninguna emoción, eso le preocupó a Alissa.
«En el período que me perdí, yo llegué al molino de Grisham»
La voz de Justin sonó tan tétrica, mientras su mirada estaba absorta en otra parte, le había afectado de sobre manera lo que vio.
—¿Qué vistes, Justin?—preguntó impaciente.
Las manos de la castaña empezaban a sudar en exceso, su corazón chocaba contra su caja torácica, aunque ella llegaba a ver cosas paranormales no podía evitar asustarse, puesto que a la final era una humana.
«Son bestias de ojos rojos»
Alissa confundida frunció el ceño al escuchar tales palabras, su boca se abrió y se cerró varias veces pero ni una sola palabra salió de sus labios. No obstante, el sonido de la bocina de la Pickup, la sobresaltó, sus ojos tuvieron que parpadear varias veces para salir de aquél trance.
Buscó con la mirada a su hermano pero ya había desaparecido, así que bajo los tres escalones de la entrada principal para ir rumbo a la camioneta roja.
—Muchas gracias por llevarme, Bella—dijo, acomodándose en el asiento de copiloto.
—No te preocupes, es un placer tener un poco de compañía—comentó, poniendo en marcha la Pickup.
El silencio envolvía a ambas castaña, Alissa se dedicaba a mirar a través del vidrio de la ventana tan perdida en sus pensamientos, estaba segura que lo que haya visto su hermano era realmente malo, pero el simple hecho de no saber detalles era lo peor.
«¿Ojos rojos?» pensó.
El sonido de una suave melodía proveniente del estéreo le quitaba el incómodo ambiente que se estaba formando por el silencio de ambas chicas.
