XI. Dulce vergüenza

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Capítulo Once
Dulce vergüenza
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La noche anterior Alice había enviado veinticinco mensajes a la castaña invitándola a ir el día siguiente al hogar de los Cullen, para Alissa no le ha quedado de otra más que aceptar

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La noche anterior Alice había enviado veinticinco mensajes a la castaña invitándola a ir el día siguiente al hogar de los Cullen, para Alissa no le ha quedado de otra más que aceptar.

Aunque ella no era el tipo de persona que recibe esa clase de ofrecimiento, pero sabía que si no lo hacía tanto la duendecillo como su propio hermano no pararían nunca, dado que ambos se juntaron para conseguir que ella accediera. 

Es por esa razón de que Alissa estuviera de pie en ese momento frente al espejo por tercera vez en menos dos minutos, detallando el conjunto que se había decidido a colocar; un pantalón negro ajustado, junto a una camisa roja de tirantes, un par de botines corte alto con un pequeño tacón y una chaqueta negra de cuero.  

Perfectamente equilibrado para la aficionada del rojo. 

 «Ya te dije que te ves bien, Ally»

La castaña automáticamente giró sobre sus talones, para observar el preciso instante en que Justin rodó los ojos con fastidio, provocando la simple reacción en ella de encoger los hombros. 

—Lo sé, pero aún así ando nerviosa por conocerlos—habló en un hilo de voz, a la vez que sujetó la manga de su chaqueta.

«¡Vamos, hermanita!, no estarás sola, además tienes a este papi precioso que te cuida»

Le fue imposible Alissa no poder soltar una sonora carcajada, dado que en ciertas ocasiones el ego de su mellizo llegaba a ser tan alto que sorprendería a cualquiera, pero había sido más que suficiente para calmarla por completo.  Su cuerpo se había inclinado hacía adelante a causa de la risa además de las ligeras lágrimas alrededor de sus ojos azules.

—Justin, no cambias—comentó la adolescente, recuperando el aliento mientras limpiaba las pequeñas gotas de sus ojos con la punta de los dedos.

«Sí, lo sé pero ¡Vaya! las risas no faltaron»

De los labios del fantasma se formó una radiante sonrisa.

No obstante, su mirada cambio al igual que su expresión en el rostro, Justin movió su cabeza desesperadamente examinando toda la habitación, buscando con ansiedad aquello que había activado su parte espiritual.

«¿Sentiste eso?»

La médium ni siquiera pudo pronunciar alguna palabra más, al sentir como un escalofrío recorrió su columna vertebral, haciéndole dar un leve temblor por todo su cuerpo, a la vez que, por instinto sus párpados se cerraron.

𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐔𝐌 ― 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora