Capítulo 9

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BUENO, CREO QUE ESTAREIS SORPRENDIDOS DE LA CANTIDAD DE CAPITULOS QUE ESTOY SUBIENDO ULTIMAMENTE. ES COMPRENSIBLE.

QUERIA COMPENSAR TODO EL TIEMPO QUE HE ESTADO SIN ACTUALIZAR, Y DADO QUE ESTOY REBOSANTE DE INSPIRACION E IMAGINACION INTENTARE SUBIR TANTO COMO PUEDA Y LO ANTES POSIBLE.

Y SI TENGO ALGO QUE MEJORAR RESPECTO A MIS HISTORIAS O MI FORMA DE ESCRIBIR DECIDMELO, ME GUSTAN LOS COMENTARIOS CONSTRUCTIVOS. 

Capítulo 9

Había soñado que vivía en una casa de ciento ochenta metros cuadrados por lo menos, y que él se encontraba en medio de un gran jacuzzi rodeado de relajantes burbujas. Escuchaba las voces de sus hermanos a través de la puerta del gran cuarto de baño, jugando y revoloteando por todo el salón. Y que Carmen abría la puerta de su habitación estrepitosamente con el cabello castaño recogido en un moño medio desecho, llamándoles la atención entre bostezos. No existía ya ninguna preocupación o problema que rondase su mente, simplemente estiraba su espalda echando la cabeza hacia a atrás, suspirando de gusto, sintiendo su corto cabello mecerse con el agua.

Pero aquello era demasiado bonito par ser verdad.

Noel empezó a escuchar su nombre en forma de gritos, y el bonito cuadro de su mansión y familia empezó a deshacerse, derretirse, deformarse hasta convertirse en horrendas criaturas. Ya no había bajo sus pies esa agua cálida y reconfortante, sino que estaba maniatado y desnudo sobre el suelo, indefenso en la esquina de un callejón mientras un grupo de cuatro o cinco hombres se aproximaban a él con sonrisas lascivas. Y se dejó hacer de todo, no les impidió divertirse con su cuerpo a su antojo; mientras uno le metía el miembro en la boca agarrándole bruscamente de los cabellos, otro lo penetró dolorosamente de una sola estocada, y los demás observaban la escena esperando su turno, masturbándose y relamiéndose los labios. Lo peor de todo, fue darse cuenta de que esa escena era un recuerdo, un recuerdo que aún seguía bien vivo en su memoria. Como tanto otros.

-¡Noel!

El pelinegro abrió los ojos sobresaltado, con la respiración agitada y la sensación de haber corrido un maratón. Se sobresaltó aún más al ver un par de ojos azul celeste a solo unos centímetros de su rostro Se retiró precipitadamente hacia atrás pegando un grito de sorpresa, pero se relajó cuando vio que se trataba de su “compañero de trabajo”, Luca.

-Joder… Luca, me cago  en tu puta madre…-gruñó pasándose las manos por la cara. Sentía un leve dolor de cabeza.

-No la insultes a la pobre, que ser puta es un trabajo como cualquier otro-se rió el otro chico de cabello rizado y azabache.

Noel se incorporó, apoyando la espalda en el cabecero de la cama. Se permitió analizar con la mirada a su amigo, si se le podía llamar así; Tenía el pelo revuelto, y llevaba un pijama que consistía en una camiseta de tirantes negra y unos pantalones cortos hasta medio muslo, también negros

-¿No tienes frío?- preguntó sintiendo un escalofrío.

-No, para estar sexi hay que sufrir.

Alzó las cejas, pero no se sorprendió en lo absoluto por esa respuesta. Lo conocía bastante bien y sabía cómo podía llegar a ser. Y también sabía lo que significaba que su amigo estuviera tan “fresco”.

-¿Dónde está?

-¿Quién?- preguntó Luca inocentemente.

-Pues el tío que te has follado ésta noche- Noel se levantó de la cama estirándose cual felino, y se sorprendió al verse con el calzado puesto- Ya te vale, me podías haber quitado los zapatos al menos…- se lamentó bufando.

MUERTE DE UN CHAPERO (homoerótica) Onde histórias criam vida. Descubra agora