Capítulo 12

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Taehyung olía delicioso.

Eso fue lo primero que Jungkook podía señalar, Taehyung tenía ese olor a flores que siempre lo había traído loco, el cual se adentraba a su nariz y lo tenía más allá de lo inexplicable, le hacía querer proteger al Omega, amarlo y decirle que nada en el mundo lo dañaría, y que, como todo buen Alfa lo protegería, justo como había pensado hacer cuando se habían unido.

No todas las promesas podían cumplirse.

Y recordarlo solo hacía doler su corazón.

Jeon Jungkook, el mejor fotógrafo de la revista Vogue había descubierto, otra vez, que tener a Kim Taehyung, tan cerca no estaba bien, pero tampoco estaba mal.

Los labios del Omega se volvieron a posar en los suyos, empezando en un movimiento lento, muy muy lento, Jungkook lo sostuvo más cerca, apretando sus manos en la delicada cintura de Taehyung, el Omega rodeó su cuello con los brazos y se apretó contra él, su boca aún tenía el dulce sabor del vino, tal vez la de Jungkook también.

Se había levantado para irse.

Después de muchos besos y vino en el sistema de ambos, Jeon Jungkook decidió que había sido suficiente, entonces se había levantado para decirle adiós al amor de su vida, para dejar de buscarlo, porque eso era lo que Taehyung quería ¿No? Quería que se fuera, que esté con el Omega que lo esperaba en Nueva York, pero el propio Kim Taehyung lo había detenido. Y el corazón de Jungkook dolió al pensar que esa podría ser la última vez.

Porque el Omega quería un adiós definitivo.

Taehyung estaba jugando con él de una manera demasiado cruel, y eso no estaba bien. Pero, si no estaba bien ¿Por qué le estaba siguiendo el beso en vez de alejarlo? ¿Por qué estaba bajando las manos hasta los muslos del Omega y lo estaba levantando? ¿Por qué Taehyung estaba enredando las piernas en su torso y el beso se estaba volviendo más y más profundo?

Por el amor a todo, ¿Por qué seguía besándolo?

Todo estaba tan mal...

Estaba mal por el hecho de que el Omega jugaba con él a cada paso que daba, una noche le decía que se fuera, que estuviera con la persona que le esperaba en casa, y luego ahora se encontraban de nuevo en esta situación, en donde no quería parar, en donde todo se sentía bien porque estaba con el Omega que amaba, con Kim Taehyung.

Entonces sus pies lo dirigieron a la cama.

La bata de Taehyung se perdió en el suelo, su propia ropa también, el cuerpo del Omega quedó recostado en la cama, y Jungkook no perdió tiempo en ponerse encima de él y volver a besarlo, sus manos recorrían el perfecto cuerpo de su Omega, tal vez tratando de hacerlas recordar. Porque esa sería la última vez, y era muy doloroso pensar en eso.

Jungkook se alejó, poniendo ambas manos en el colchón para tratar de no aplastarlo, Taehyung le sonrió un poco, ambos tenían la respiración agitada, se observaron, Taehyung levantó una de sus manos para posarla en la mejilla del Alfa, fue ahí cuando Jungkook se dio cuenta de lo tanto que extrañaba eso, de lo tanto que extrañaba a ese Omega, porque en Nueva York nada había sido suficiente, Nueva York había sido desenfrenado, tal vez como una locura del momento por parte de ambos, una extraña forma de recordar a sus "yo" que no conocían los límites, a ese Alfa y a ese Omega que no podían detener, Jungkook se dio cuenta que ahí, en Londres, todo era diferente. En Londres... ambos estaban pensando en cosas distintas.

Jungkook quería volver a formar parte de la vida del Omega, volver a estar juntos, solo la Diosa sabría cuánto lo deseaba.

Taehyung había dicho que tenía que ser una definitiva última vez.

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