A la boca del lobo

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La espada más aguda es la palabra que se pronuncia con enojo- Guda.


Mi vista me había mentido ya que no era Oliver, para mí fortuna. Pero mi conciencia me había hecho una jugada mental. Cómo si en lo más profundo de mi malévolo ser, quisiera verlo por unos momentos. Quisiera saber que tal está él. También quería saber cómo está Alexei, lo último que escuché fué que está enredado con una maestra que se apellida Monroe. En mi ser me alegraba que ya estaba superando a Amara.

Pero tampoco quería que mi querido amigo sufriese por amor nuevamente. Así que me veo en la obligación en investigar a Monroe. Pero también quiero investigar un poco a Oliver.
Sé que le hice mal, pero eso es lo que su padre se merecía. No iba a romper la promesa de mamá, aunque las promesas estás hechas para romperse.

Debo admitir que he cambiado, ya no soy la misma Hope que antes.

-¿Pasó algo señorita Melov?- dijo el hombre al cuál sostenía de la mano.

Negué.

Había pasado la reunión y no di una muestra de interés. Me la había pasado pensando en Oliver y en Alexei, sobretodo en Alexei, tengo que averiguar quién demonios es la señorita Monroe.
Jugué con el bolígrafo que había en la mesa de juntas. Me perdí en el movimiento de aquél bolígrafo que yo poseía en mi mano.

-Señorita Melov, si no es de su desagrado, le sugiero que debe realizar un viaje a Estados Unidos. Para que el negocio sea más eficaz y usted pueda conocer al hombre que está detrás de este magnífico negocio.

-Entiendo, así será, ¿pero dónde debo ir exactamente, Manhattan?

-A Brooklyn.- sentí que me cayó un balde de agua fría.

Debo volver a Brooklyn.
Y allí están las personas que quiero evitar ver, Alexei Jovonovich y Oliver Evans

Me lleva la mierda.

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-Tia Hopie, te voy a extrañar mucho.-dijo Lena depositando un beso en mi mejilla.

-Igual yo linda.

Había dejado la máxima seguridad sobre Lena debido a la llamada de hace poco de Elena, es probable que ella sea mi heredera aunque a Sergei no le agrade la idea, me vale mierda si lo desea o no.

Pasé mi mano por sus cabellos y di un beso en su delicada frente.
Me subí al jet y me senté a leer un libro, el viaje sería agotador.
Pero debía volver tarde o temprano a Brooklyn, era lo que debía pasar, no iba a pasar toda mi vida huyendo de Alexei.

Mi madre solía decir que no puedes escapar de tu pasado, que está amarrado a tí, que aunque el pasado duela, debes afrontarlo.
Y en esos pensamientos, Elena Evans se adueñó de todos.

Hace 8 años, supe todo, la infidelidad de mi padre hacía mi madre. Así que decidí tomar justicia para mamá. Asesiné a un narcotraficante y puse las huellas de Elena en el cuerpo de él. Eso bastó lo suficiente para darle los años de prisión. Alejé a Oliver de su madre, pero ni siquiera sabía que Oliver existía, pero no me arrepiento de haberlo hecho. Lo haría mil veces más si fuese necesario

Mi sueño se vió intervenido por un movimiento brusco del jet, ya que íbamos a llegar. Aterricé en la boca del lobo hablando metafóricamente. Bajaron mi equipaje y até mi cabello en una coleta.

Le dije al chófer que me llevara a Baxter asociation. Esa era la empresa a la cuál yo tenía que ir a firmar un contrato con uno de los accionistas. Vine de Rusia hasta acá sólo para firmar un maldito contrato. El contrato era extraño pero era valioso.

HOPE ©Where stories live. Discover now