16

2K 291 352
                                    


Cuando echo un vistazo atrás, dos reflexiones vienen a mi mente, cada una con un peso diferente y dos caras. Con un protagonista carente de presencia y un extra llamado Park Jimin que ha tomado más fuerza que ninguno.

Fue agradable compartir mis días junto a él, incluso aún lo sigue siendo a pesar de que hemos pasado por ciertas diferencias. Hemos discutido, sí, pero también nos hemos apoyado cuando más lo hemos necesitado. Incluso aparcamos nuestro mal humor cuando un día fatídico llega con ganas para hundirnos. Porque comprendimos que somos un equipo; para lo bueno y para lo malo.

Pero a decir verdad, demasiados días horribles vienen a mi mente cuando hago un repaso hasta ahora. Es como un diario que jamás he escrito pero del cual soy capaz de llegar a leer párrafos y párrafos que llenan páginas de vivencias. Recordando cada una de ellas milimétricamente.

Aún recuerdo la noche exacta, 31 de octubre de 2019. Esa noche TaeHyung y yo provocamos el mayor cambio que he sufrido en mi vida, y aún a día de hoy esa amargura sigue su curso. Cada día fue tan duro como el primero, o al menos, así lo fue por los primeros días porque pensé que ya nada podía ir a peor, que no podría sufrir más de lo que ya sufría. Pero me equivoqué. La tortura fue aumentando, afectándome de una forma no sólo psicológica sino física; perdí peso, gané ojeras e incluso llegué a autolesionarme de la rabia. Todos los días me sentía desesperado, gritaba en mi interior con todas mis fuerzas y acababa llorando por impotencia. Y de esto, sólo era el comienzo del día.

Aunque también tuve días agradables –he aquí la otra cara–. En su mayoría protagonizados, no por mí, sino por Jimin, quien jamás se separó de mí o me abandonó, quien siempre procuró recibirme con una gran sonrisa en el rostro y recordarme que todo estaría bien, que encontraríamos una solución y pondríamos fin a mi tortura. Y yo siempre creí en sus palabras, porque me daban paz y seguridad, porque incluso sus brazos alrededor de mi cuerpo me daban esa confirmación que necesitaba.

Por supuesto, Jimin no fue la única ayuda en este tiempo. Tanto mi madre como mi hermana y mi mejor amigo, siempre han estado ahí; apoyándome y dándome fuerzas ante todo. Llenándome de sonrisas aún cuando la señora Im viene de visita para dar tanto buenas como malas noticias. Esa mujer que, desde mis quince, cambió su forma de verme pero que por entonces y aún ahora, sigue ayudándome a pesar de sus frías palabras. Su visita es algo así como una lotería, tienes tus números, tu suerte, y entonces ella saca números al azar para finalmente descubrir si ganas o pierdes. Para mi mala suerte siempre pierdo, aunque hay días que no todo es derrota y así sea poco, es algo.

La señora Im tiene una teoría, una que aún no quiere explicarme del todo porque no quiere hacerme más daño, así que, como ella aún no está segura al cien por cien, prefiere guardarse la gran mayoría de información. Y no es que ese dato me afecte en demasía, de hecho, es cierto que en un principio incluso le grité que me expusiera su hipótesis, pero luego comprendí que quizá sería mejor así. Yo quiero una solución y ella la busca, hasta que no la tenga, yo no gano nada, y quizá no saber tanto sea mejor.

Sin embargo, hace unos meses quiso intentar algo. Digamos que quiso limpiarme, y al tomar esa decisión yo pude estar más cerca de su intuición. Nada agradable, por cierto. Pero la limpieza no funcionó y su teoría pareció caer un poco, aunque no del todo.

Lo que sí llegó a caer del todo fue mi estado emocional. Sí, si pensé que no podía estar peor, me equivoqué. Caí en un estado depresivo. Mamá tuvo que sacar su vieja agenda para encontrar un psicólogo de confianza y que pudiera atenderme, e incluso tuve que llegar a los medicamentos. Todo esto mientras que personas ajenas a nosotros se preguntaban dónde estaba el hijo mayor de la señora Jeon; dónde estaba Jeon JungKook, el chico que cursaba una carrera de Artes Plásticas en la Universidad.

The Little( ̶B̶i̶g̶) Cookie [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora