Cap 13 No voy a renunciar tan fácil Pipes

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Piper sabía  que  Alex   no  tenía la culpa de que ella se enamorara, tenía que enfrentarse a la realidad: cuanto más tiempo se quedará allí, más le dolería  el  momento  de  marcharse  a  casa, volver  con  Alex

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Piper sabía  que Alex no tenía la culpa de que ella se enamorara, tenía que enfrentarse a la realidad: cuanto más tiempo se quedará allí, más le dolería el momento de marcharse a casa, volver con Alex ... pasar un montón de horas juntas en el avión cuando al llegar a Norfolk cada uno se iría por su lado... sabía que no sería capaz de soportarlo, ¿Qué pasaría cuando volvieran a casa?, ¿Se darían la mano, se darían las gracias por esa semana de sexo sin compromiso, para después decirse, nos veremos? No, no lo soportaría, tal vez hiciera alguna estupidez como echarse a llorar, y entonces Alex se sentiría incómoda. Oh, cielos, no podía ni pensar en ello.

Lo mejor que podía hacer era marcharse si hacer ruido en ese preciso momento. Una vez tomada la decisión, se puso en pie, eran las cuatro, aunque no sabía a qué hora volvería Alex tenía que darse prisa para ir con tiempo, busco entre sus cosas hasta que encontró su boleto de vuelta, sólo tendría que pagar un poco más, por volver un día antes, igual que había hecho para ir.

A las cinco ya había hecho las maletas, se había puesto unos pantalones de mezclilla, una camiseta de tirantes y unos mocasines negros, y veinte minutos más tarde ya estaba en un taxi camino del aeropuerto de Bahamas, con los ojos llenos de lágrimas, y el corazón apachurrado, no miró atrás, era lo mejor, solo esperaba que Alex no se molestara al con encontrarla.


Alex salió algo apresurada de un local donde había sacado las fotos, y en sus manos llevaba ya con ella un hermoso cuadro donde se encontraban las dos, se sentía estupendamente, de hecho, no podía recordar un momento de su vida en que hubiera estado mejor, sabía que el sol, la buena comida y el agua tenían algo que ver en todo aquello, pero la principal razón era Piper.

Ella no dejaba de sorprenderla, revelando su personalidad poco a poco, cuando le habló de su abuela y del broche  se dio cuenta de lo que había tenido que luchar en la vida,  de lo valiente que era, su vida había sido un camino de rosas comparada con la de Piper.

Durante todo el camino al hotel,  Alex pensó en las palabras que le diría a la rubia, tenía que hacerlo con tacto, no quería asustarla y mucho menos espantarla, había tenido suerte de conseguir la reservación en ese restaurante que había abierto recientemente y tenía mucho público.

Alex se preparo mentalmente, volvió de nuevo su vista a la fotografía y sonrió, subió a la habitación. Lo primero que vio fue la luz roja de aviso de mensaje en el teléfono.

—Pipes, ya he vuelto. Dijo en voz alta, pensando que estaría en el baño, después fue al teléfono y apretó el botón del contestador.

—Alex soy Sam, ya sé que estás de vacaciones, y siento molestarte, pero es sólo una pregunta rápida. Llámame cuando puedas. Minutos más tarde, Alex estaba al teléfono con Sam.

Una Semana con VauseWhere stories live. Discover now