14. Un nuevo comienzo

1.7K 302 85
                                    

Alli andaba con la Petra hechando el shisme, por que en esta vida chismear es fundamental.

— Entonces tú y Joa... —

— ¡ESE NOMBRE ESTÁ PROHIBIDO EN ESTA CASA PETRONILA! —

La Petra me veía bien sacada de pedo.

— Entonces tú y el innombrable ya no se hablan para nada —

El Juakin embeces trataba de dirigirme la palabra, pero yo solamente lo ignoraba o finGia ponerle atencion.

— No, puce tierra de por medio —

— Que lastima, por lo que me habías contado juraría que él y tú harían bonita pareja —

Joakin y yo de nobios¿

— Bueno, a lo que vinimos, ¿trais las cosas? —

La Petra chiflo en señal de afirmativo.

— Ayúdame a meterlos al local, ya luego me encargo dearmarlos —

[...]

— Emilio, ¿No crees que fue una decisión un tanto impulsiva? —

Ira Jonás, durante las últimas semanas nos hizimos compas de los que se comparten los calzones, pero lo que yo haga con la enpresa es cosa mía y del chinito.

— No lo veamos como una perdida, sino como una inversion —

Pa' mi suerte Jonás era algo así como mi chugar dadi él me ayudaba con los gastos de la panadería y a cambio yo le daba cierto porcentaje de las ganancias.

— Todo esta listo para la gran inauguración —

Era el chinito a toda prisa.

— Aver, ¡Quiero las máquinas trabajando las 24 horas! ¡Como si esto fuera una rave de Pocholos! ¿Sabéis, no? ¡Chiquipum! ¡Chiquipum! ¡Chiquipum! —

— Emilio, ya te he dicho que esta no es la fábrica nacional de moneda y timbre, esto es una panadería —

Khetevalgaberga ojos de lenteja, esta se la dedico a midiosa Nairobi, no te tocaba mija, no te tocaba.

— Ya hay gente haciendo fila — Dijo uno de los chicos que había contratado como ayudante.

— ¡TODOS TRANQUILOS TODOVASALIR BIEN, NO ENTREN EN PÁNICO, QUE NO ENTREN EN PÁNICO CHINGADA MADRE!

Estaba ligeramente nervioso, habíamos invertido toda nuestra capital en la renta de un local, en los hornos, los ingredientes para las masas, los bolantes, si algo saliamal esta sería nuestra ruina por que no teníamos ni un peso.

— Emilio te buscan en la entrada — Aseveró Jonás.

— Pos kien sera¿ —

Me acerque a la entrada y pude ver al bonito parado viendo las repisas llenas de panez, medolia admitirlo, pero seguía sintiendo cosaspor él.

— Hola Emilio — Sonrió — Veo que estás ocupado, volveré en otro momento —

El chiquito bonito estaba apunto de salir por la puerta, pero algo en mi me hizo tomarlo de la mano e impedir su salida.

— Joaquín espera, umm... En realidad no estoy tan ocupado —

Y ahí estaba, nuevamente perdonando a Joaquín a pocos minutos de abrir mi propia panadería.

El cholo de la panadería | EmiliacoWhere stories live. Discover now