24. Todos sueñan con un final feliz

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Me encontraba alistando mi maleta, mañana a medio día saldría nuestro vuelo, me generaba un poco de melancolía dejar mi vida atrás. Hoy quedé con Emilio para reunirnos en su casa para ver el final de la novela, a ambos nos urgía saber si los Aristemo se darían un beso y saber que pasaría si es que Temo se va a la ciudad de México.

Emilio no se había tomado muy bien el final del penúltimo capítulo.

Flashback

Nos encontrábamos sentados en el sillón de mi sala, mi mamá había salido a comer con unas amigas y Renata había salido al cine con Diego.

— ¡Aaaaaah! Khe ermozOs se ven Aristóteles y Temo con sus trajes de graduación — Me abrazó — Crees q nos beremos asi de wapos en nuestra boda¿ —

— Igual o más guapos, Amor —

El momento había llegado, los Aristemo se estaban acercando, era ahora o nunca, que valga la pena que me bloquearan mi cuenta de Twitter por usar el #queremosbeso

— BESALO ARIS, SIN MIEDO AL ÉXI... —

En ese momento se cortó la escena segundos antes de que nos dieran el tan esperado beso Aristemo. Mi enojo era evidente, pero Emilio había sobrepasado sus límites de Arismeques.

— ¡CHINGA TU MADRE SEÑOR PRODUCTOR! —

Emilio se quitó su zapato y lo lanzó con todas sus fuerzas contra la televisión de la sala, en cuestión de segundos la televisión comenzó a tambalearse callendo al piso sin esperanzas de volver a encender.

Lo miré fijamente con una mirada fulminante que mostraba ira y enojo. Emilio solamente me vió con sus ojos de cordero y no pude evitar caer en sus encantos de machito mexicano.

— Miamor, estás enojado¿ — Preguntó mientras hacía un puchero con sus labios.

— No sé con quién estoy más enojado, si con la censura del beso o contigo por haberle dado en la madre a mi televisión —

Emilio tomó mi mano y comenzó a juguetear con mis dedos como si de un perrito regañado se tratase.

— Amor, y si vamos al Chedraui a comprar una tele nueva antes de que llegue mi Mamásuegra —

— Hay que darnos prisa, por que donde llegue tu Mamásuegra y vea la televisión tirada, no creas que se tentara el corazón contigo —

Tomé mi suéter que estaba en uno de los sillones y me dispuse a salir por la puerta principal.

— Su leal carruaje le espera mi bello príncipe —

Emilio señaló su bicicleta.

— Lléveme a la tierra de los televisores y a cambio le daré un beso de amor genuino, caballero de noble estirpe —

Nos subimos a su bicicleta y salimos a máxima velocidad al Chedraui más cercano.

[...]

— Serían trez mil siento nOventa y nuev3 — Dijo el cajero de cabello rizado.

— Aki tienez compa —

¡La sangre de Cristo tiene poder! ¡Vada Retro Satana! El estrés por el intercambio me está afectando, otra vez estoy viendo doble, ¿De dónde salen tantos cholos? seguramente solo es mi imaginación.

Teníamos la televisión, ahora solo teníamos que descubrir como llevarla hasta la casa en la bicicleta de Emilio.

— Emilio, ¿No crees que sería mejor pedir un Uber para irnos más cómodos? —

Yo no sé en que momento Emilio amarró la tele a su espalda con unos mecates que se encontró tirados en la esquina de Chedrauilandia.

El pípila se queda pendejo a comparación de Emilio.

— Súbete mi Chulo, no tarda en llegar tu gfa y todavía tenemos que limpiar los restos de la otra televisión —

Me le trepe y en cuestión de segundos Emilio arrancó como si llevara un costal de papás en lugar de su novio.

[...]

— Joaquín ya llegué —

Emilio y yo nos paramos frente al televisor esperando que mi mamá no se diera cuenta del pequeño intercambio que hicimos. Para nuestra buena suerte logramos llevar los restos del televisor al lote baldío que estaba a unas cuantas cuadras.

— Hola mamá, ¿Qué tal te fue? —

Emilio sudaba la gota gorda, sabía que si mi progenitora se daba cuenta de lo sucedido muy probablemente le prohibiría el acceso a esta casa.

— Muy bien... ¿Todo bien? Los noto un tanto raros —

— No pasa nada s-suegrita, es que ya ve cono es Telerisa, me ponen de malas —

Mi mamá alzó una ceja.

— Bueno, me voy a subir a cambiar, Emilio, ya sabes, estás en tu casa —

Dios aprieta pero no ahorca.

Fin del flashback

[...]

Estábamos en el cuarto de Emilio viendo el final de la novela, nos quedamos en la escena de la graduación, la emoción de Emilio al ver el beso Aristemo se elevó a niveles nunca antes vistos. Pero claro está que yo también soy Arismeco.

— ¡Awuebo ijos de su tahi madre! — Grite a los cuatro vientos.

Aunque me cueste admitirlo el verdadero cholo de la relación soy yo.

La mamá de Emilio entró a ver el por que de los gritos, nos vio desconcertada y cerró la puerta.

El tiempo paso rápido, nos soltaron de putazo dos besos en el último capítulo, que felicidad  ¿Valió la pena esperar un año entero por un beso? Awuebo que sí. Me encantan los finales felices :)

— ¡Chulo, mira! —

Emilio me enseñó una nota del productor confirmando que habría una serie de lo Aristemo, hay Aristemo pa'rato.

Solamente espero que no la caguen metiendo tramas pendejas, personajes que no aportan nada a la serie o matando a un personaje muy querido por los fans.

[...]

Ayudé a Emilio a armar su maleta, entre besos y pequeños jugueteos terminamos de empacar todo lo necesario para los primeros meses de estadía.

— Amor, mañana empezamos una nueva vida juntos — Emilio tomó mi mano.

— No hay mejor forma de empezarla que contigo a mi lado —

Nos recostamos en su cama y cerramos los ojos durmiendo de cucharita esperando la llegada de un nuevo día.














Penúltimo capítulo.

El cholo de la panadería | Emiliacoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें