Dezu
— Siempre me decias que eras entrenador juvenil de Japón pero nunca creí que fuera cierto. Pensé que bromeabas.
Rió.
— Que triste que no le creas a tu tío —hizo un gesto de dolor fingido.
Si bien, no estábamos teníamos una relación sanguínea, mi madre se llevaba muy bien con él. Eran mejores amigos y yo desde pequeña le he dicho "tío" por lo que, fue convirtiéndose en mi tío. Nos llevábamos genial. Era un tipo asombroso.
— Mira el entrenamiento de hoy, puede que te sorprenda.
Lo miré incrédula.
— Eso espero, vine para ver chicos guapos.
Rió y revolvió mi cabello.
— No cambiaste nada, ¿Eh? Eres igual a tu madre de joven.
(...)
Me recargué en la barandilla del gimnasio, mirando a los chicos entrenar.
— Así que... Tú eres la sobrina de Hibarida, ¿No?
Volteé a ver al dueño de la voz.
— Eres bastante atractivo para ser tan lento de no recordar lo que dije —comenté divertida. Este largó una risa seca.
— Miya Atsumu, un gusto —me sonrió coqueto.—. Y, déjame demostrarte que lo que tengo de lindo, también lo tengo de inteligente —guiñó un ojo y reí.
Este se colocó a mi lado, recargando sus brazos en la barandilla.
— ¿Te gusta el voleibol... O vernos jugar?
Reí suave.
— Ambas... Pero —lo miré fugazmente, con una mirada provocativa —, me gusta más ver chicos lindos jugar... ¿Puedes creer hacerlo?
Sonrió arrogante.
— ¿Quieres verme jugar? Puedo hacerte quedar con la boca abierta con mis jugadas.
— Lo dudo mucho. Soy ma-digo, fui —corregí algo nostálgica — mánager de Karasuno, donde esta Tobio —lo señalé, este se encontraba charlando con un chico—. Sus jugadas son algo raras y sorprendentes. Dudo que puedas hacer lo mismo.
Sonrió de costado, desafiante.
— ¿Que me das si lo hago?
Me reincorporé, ahora mirándolo.
— ¿Debo darte algo? Tú eres el que vino aquí a querer "lucirse" —hice comillas con los dedos, burlona.
— Eres simpática, __(tn). Me agradas.
— Atsumu.
Se volteó.
— Ah, Osumu.
El contrario, se acercó.
— Disculpa si mi hermano te molestó.
— Premio doble —comenté para mi misma, divertida—. Descuida, no lo hizo, Osamu... ¿Cierto?
— Sí. Tú eres la sobrina del entrenador; __(tn) Dezu.
Asentí feliz.
— ¿Ves que tu hermano si presta atención?
— El presta atencion a las cosas bonitas e inte- ¡Oye!
— Callate, Atsumu.
Reí.
— Son un caso intrigante hermanos Miya.
Estos me miraron.
— Oigan. Dejen de hablarle a mi mánager. Es hora de entrenar —exclamó Kageyama desde abajo.
Estos lo miraron y asintieron.
— Nos vemos luego, pequeñita —saludó con su mano, Atsumu.
— Nos vemos luego. —ahora el otro, Osamu.
Sonreí asintiendo, amable.
Al volver mi vista a la cancha, pude notar que Sakamoto me estaba observando, como si estuviera analizandome.
Negué.
¡Sakusa! Sakusa se llama, tonta.
Levanté mi mano ligeramente, en forma de saludo y este corrió la mirada.
¡¿Pero qué te pasa?! ¡Maldito enfermo!
— Oye —miré abajo—, deja de ver chicos. Me desconcentras.
Frunci el ceño.
— ¿Y a ti porque te desconcentraría?
— Porque tengo que estar cuidando de ti. No quiero que te miren para luego que se enamoren de ti —finalizó dándome la espalda y volviendo a la cancha.
Suspiré.
Cinco equipos... Muchos chicos, de los cuales todos, confesaron tener sentimientos por ti...
Fukurodani. Nekoma. Aoba Jhosai. Karasuno. Shiratorizawa.
Son muchos... ¡Demasiados! ¡Son demasiados chicos guapos irresistibles tonificados y hermosos! ¡Además no tienen nada malo, ni un punto a favor! Son perfectos de pies a cabeza.
Maldita sea... Nunca creí que tantos chicos se enamoren de mí al mismo tiempo... Y menos, semejantes dioses griegos.
Todos tienen puntos a favor... Todos tienen algo cautivante, algo atrapante, algo... algo...
Suspiré.
No encuentro las palabras.
Mejor dejo de pensar en este tema y disfruto ver esto.
Una sonrisa boba apareció en mi rostro, al verlos jugar. Es tan lindo ver chicos guapos~
•••
¡hola y adiósVEN QUE APARECEN MANGA DE PARANOICAS ahre
No van a estar en el harem, nada más, eso no quita el hecho de que las quieran chamuyar (ligar, coquetear etc)

YOU ARE READING
La suplente || Haikyuu y tú
FanfictionShimizu por cosas del destino tuvo que atender problemas personales e irse y ausentarse por un largo tiempo del equipo. Pero, no sin antes dejar a alguien capacitada en su lugar, claro que no. No iba a dejar a su tan amado Karasuno solo. Con el úni...