Dezu
¡Maldición! Le prometí a Bokuto que lo vería jugar en el primer partido... ¡Se va a deprimir y va a causar problemas! ¡Maldita sea!
《Perdona Akaashi, debes estar lidiando solo con Bokuto ahora...》
— ¿Ocurre algo? Te noto inquieta.
— ¡Es que...! ¡Prometí ir a ver a Fukurodani en su primer partido! Y... ¡Agh!
— Oh, ya veo... Descuida —sonrió tranquilizandome, Takeda—. Ya está por terminar y apenas lo haga, puedes irte. Shimizu se encargará de los demás.
Agradecí con un gesto.
(...)
— ¡Bokuto! —grité jadeando de tanto correr.— ¡Akaashi! ¡Aquí estoy!
Estos cruzaron miradas conmigo.
La mirada que antes estaba decaída de Bokuto, poco a poco empezó a iluminarse.
— ¡Hey, hey... Heeeey! —gritó eufórico.
Suspiré aliviada. Llegué justo a tiempo...
Bokuto volvió a la cancha más animado que nunca.
Su equipo lo miró y luego se dirigió a mí. Levantando sus pulgares en forma de agradecimiento.
Reí suave, negando.
《Que grupo más inusual》
Eiwa está bastante adelantada... Seguro porque el idiota de Kotaro estuvo deprimido.
Tomé el silbato entre mis dedos y lo llevé a mis labios, inspirando hondo.
Lo hice sonar.
— ¡¡¡Bokuto!!! ¡Gana! ¡Sí, sí Bokuto! —animé.
Este me miró y sonrió ansioso.
Volví a hacer sonar el silbato.
— ¡Akaashi! ¡Tú también! ¡¡Vamos Fukurodani, a ganar!!
(...)
Bajé de las gradas y fui corriendo hacia estos. Bokuto me alzó en un gran abrazo.
— ¡Felicidades! ¡Ganaron, ganaron! —solté emocionada. Este me bajó y sonrió asintiendo.
— ¡Por supuesto que sí! ¡Soy Bokuto! —respondió arrogante.
— Akaashi, buenas colocaciones. Jugaste excelente.
Asintió con una leve sonrisa.
— G-Gracias.
— ¡No es justo que abraces a Bokuto! ¡Cuando ganamos desapareciste!
Volteé mi cuerpo.
— ¿Hinata? ¿Yamaguchi? ¿Cuando llegaron aquí?
— ¡Te falta mucho todavía para poder abrazar a Dezu, estudiante! —rió Bokuto.
Rodé los ojos.
— ¿Estas cansada? ¿Quieres algo?
— Akaashi, eso debería preguntarte yo —reí corta—. Tú acabas de jugar un partido, yo no. Gracias por preocuparte igual.
Asintió despreocupado.
— No pierdan el tiempo, salgan de la cancha otro equipo debe estar por jugar —los eché, saliendo del gimnasio.
Estos se quejaron.
— ¡Fue increíble escucharte! ¡Y más con el silbato exclusivo para mi! Aunque lo usaste con Akaashi —murmuró esto último.
Reí.
— Me alegra que te haya animado, Bokuto.
— Bokuto, no tienes que ser egoísta. El silbato no tiene tu nombre —habló Akaashi.
Dejé que esos dos sigan discutiendo.
— Jugaremos contra Inarizaki. ¿Nos verás?
— No recuerdo el horario de los otros partidos, Yamaguchi... Pero creo que sí. Ahí estaré.
— ¡Sí! —saltó Hinata feliz.
— Ah, eso me recuerda... Los de tercero te estaban buscando... Querían presentarte con sus antiguos mayores.
— ¿En serio? Ay que mal... No estuve ahí —me quejé—. Habré quedado mal ante ellos.
Negó.
— No, descuida. Daichi les estuvo explicando todo...
— ¡Ho! ¡Te perdiste el partido de Nekoma! ¡Estuvo asombroso!
— ¿En serio, Shoyo? ¡Me alegro mucho que hayan ganado! Tengo que sacrificar algunos partidos para poder ver a otros —comenté algo molesta—. Es parte de la guerra —agregué divertida.
(...)
— Ah, el alcohol andante.
Este se volteó a verme.
— ¿Huh? Ah... La sobrina del entrenador. Hola.
Sonreí.
— ¿Ya jugaste? —asintió— ¿Perdiste?
— ¿Crees que voy a perder en el primer día?
Me encogi de hombros, provocándole.
— Tch. Por supuesto que no.
Reí.
— Lo sé. Te estaba molestando pequeño señor alcohol.
— ¿"Señor alcohol"? —repitió.
— ¿Ya te olvidaste la vez que me tiraste alcohol en la cara?
Dejó escapar una pequeña risa, pero logré oírla.
— ¡No te rías!
— Lo siento. Pero, me estabas tocando.
Lo fulminé con la mirada.
— Maldito Sakamoto...
— Sakusa.
Arquee una de mis cejas.
— ¿Sakamoto dices?
— Sakusa.
— Lo digo bien. Sakamoto.
— Tengo alcohol aquí.
— ¡Sakusa! —me apresuré a decir— C-Como sea... ¡Buena suerte en los partidos! ¡Adiós!
Me apresuré a salir de ahí. No quería ser rociada con alcohol nuevamente.
•••
¡hola y adiós!

ESTÁS LEYENDO
La suplente || Haikyuu y tú
FanfictionShimizu por cosas del destino tuvo que atender problemas personales e irse y ausentarse por un largo tiempo del equipo. Pero, no sin antes dejar a alguien capacitada en su lugar, claro que no. No iba a dejar a su tan amado Karasuno solo. Con el úni...