La suplente || Haikyuu y tú

75

Dezu

Suspiré mirando el techo de mi cuarto.

Esto es aburrido...

Las nacionales habían terminado. Ya pasó una semana de eso, y no tengo nada más que hacer. Los chicos no volvieron a escribirme desde entonces. Ninguno. Lo cual, se me hacia extraño.

Nunca en mi vida estuve tan tensa, eufórica y triste en un torneo. Dejé mi voz, hormonas y lágrimas en esos malditos gimnasios.

Reí internamente por las cosas que pensé.

Mi celular sonó, anunciando que alguien me había mandando un mensaje.

Miré al dueño. ¿Shimizu?

__(tn). Hola.

Recibido.

Shimizu, ¡Hola!

¿Pasó algo?

Enviado.

Sí, algo así...

¿Podriamos vernos en el centro en 1h?

Recibido.

Sí, claro.

Enviado.

Que extraño que quiera verme...

Levanté mi cuerpo de la cama de un salto y me estiré.

— Bueno, al menos tendré algo que hacer —hablé para mi misma.

Me cambié de ropa, maquille un poco mi rostro y salí de mi cuarto, bajando las escaleras.

— ¿Te ves con un chico?

— No, con Shimizu... Pero vamos al centro por eso estoy vestida así.

Sonrió satisfecha.

— ¡Muy bien! En el centro siempre hay chicos guapos.

Mi padre se aclaró la garganta.

— Cariño... —recordó que él se encontraba ahí. Mi madre rió nerviosa y yo salí de casa divertida ante la escena que vi. Siempre era así...

(...)

Cuando bajé de autobús, empecé a caminar por las calles, mirando los locales, y chicos que pasaban.

Al llegar al centro pude divisar ciertas cabelleras muy, muy reconocidas para mí.

Mi gesto cambió a uno de confusión.

《¿Qué...?》

Oikawa me vio y avisó a los demás, ahora todos voltearon a verme.

《Se ven muy guapos con ropa informal... Tienen estilo.》

Pude mirar de reojo que varias chicas estaban igual de embobadas que yo, cosa que me molestó ligeramente.

Tragué saliva y me acerqué a estos.

— ¿Que haces todos aquí...? Debería estar Shimizu.

— __(tn)... —Kenma fue el primer en hablar.

— Escucha —habló Daichi.—. No-

— Ah no, tu siempre hablas. Dejame a mi —interrumpió Kuroo.

— Que inútiles —soltó Tsukki.

— ¡Si Kuroo habla yo también! —reprochó Bokuto.

— ¿Quieren calmarse? —soltó con fastidio, Ushijima.

— ¡Callense! —habló ahora Daichi, poniendo orden.—. Lo haré yo y punto.

Suspiró calmandose y fijo su vista en mí.

— Tenemos algo que darte... Son nuestras camisetas —cada uno empezó a sacar la suya, dejándola a la vista.—. Te las daremos a ti y, queremos que solo te quedes con la del chico del cual estés enamorada...

《¿Tengo que tener sus camisetas...?》

Observé uno por uno. Tenían la camiseta de su equipo en la mano, listos para entregarla.

Pasé saliva con dificultad. ¿Como se supone que haga esto?

— Pero yo...

— ¡Por favor! —intervino, Hinata determinado.

— Vamos agarra traseros, solo hazlo. No tendremos partidos dentro de un buen tiempo.

Volví a observar a cada uno. Tenían un cierto brillo en sus ojos.

Asentí y empecé a buscar la camiseta de cada uno. Que por cierto, tenían su particular perfume, lo que me sacaba de la realidad.

— Bien. Eso era todo —habló Suga—. Cuidate —se despidió con la mano y se marchó.

Estos lo imitaron y cada uno se fue por su lado.
Yo seguía con la mirada algo perdida pero triste, sin saber que hacer.

Bajé la vista, viendo los números de cada uno, entre mis manos.

《Tengo las camisetas de los 5 clubes en mis manos...》.

¿Ellos hablaron con Shimizu para decirle que venga aquí...?

Hicieron todo esto, por mí. Se pusieron de acuerdo y todo para hacer esto...

No sé que pensar al respecto.

•••
¡hola y adiós!

Nos vemos a la noche😌✌