Lo incomodo de nuestra relación

108 17 1
                                    

- ¿estuvo entretenida tu platica con Taeyong? - Jimin pregunto de camino a casa

- si, nos pusimos al día de nuestras vidas - intenté reír después de esa mentira

- ah, que bien, oye Ginebra, ¿te molesta tu primo?

- uhm, no es que me moleste - me moví en mi asiento incómoda - es solo que la mayoría del tiempo está con nosotros, incluso siento que te conoce mejor que yo y eso no me hace muy feliz

- entiendo amor, de verdad que entiendo lo que dices, pero todo el tiempo a estado con nosotros así que creo que no deberíamos decirle algo

- bien - no pensé que Jimin llegara a decir algo así

Me mantuve todo el camino callada y me fastidié un poco al ver a Tae parado afuera de nuestro departamento y sonriendo como siempre.

- Tae - Jimin bajo del auto para ir a abrazarlo, después baje yo con una sonrisa fingida

- hermanita - me apretó entre sus brazos

- Tae, Tae me estas asfixiando - lo alejé un poco

- lo siento, es que te extrañé mucho, ya pasó un mes sin verte y ahora estoy aquí

- si, paso mucho tiempo, vamos adentro 

De nuevo me sentí extraña, no me había dado cuenta que en todos estos años cada que nos juntábamos los tres, yo era la extraña del grupo, la que no encaja del todo, se llevan demasiado bien entre ellos.

No pude dejar de pensar en que parece que se conocen de hace muchos más años. Me paré enojada y me metí a la ducha, pasé tanto tiempo sentada e inmersa en mis propios pensamientos que ni siquiera escuché a Jimin gritando mi nombre.

- ¡¿Estas bien, Ginebra?! ¡llevas una hora ahí! ¡responde!

- estoy bien

Aunque no estoy segura de a quien se lo dije, a él o a mi, fue casi inaudible que Park no lo escuchó y terminó abriendo la puerta con llave.

- Ginebra, ¿qué haces ahí con ropa? - solo lo miré sin decir nada - te va a dar un resfriado

- ¿y Tae?

- obviamente se fue, se dio cuenta que estas enojada o lo que sea que tengas, es tu primo, ¿como lo puedes tratar así? - refunfuñó y me jalo del brazo - sal de ahí

- me lastimaste el brazo - me sobe

- pues parece que no quieres salir de ahí, te tengo que tratar como una niña haciendo berrinche - me extendió una toalla y la tomé enojada

- no tienes que ser así Jimin

- tu tampoco tienes que ser así Ginebra, no hicimos nada malo

- júralo - lo miré molesta

- ¡¿jurar qué, Ginebra?!

- ¡jura que no lo has conocido antes que a mi!

Entonces todo se quedó en silencio mientras él de frotaba su cara con fastidio y cansancio.

- lo juro, Ginebra, no lo conocí antes que a ti

- bien

- has estado muy extraña desde ayer

Suspiré y no dije nada, solo me cambié y me fui a dormir sin mirarlo. Podría decir que parezco loca por mi periodo pero ni siquiera lo tengo, eso me fastidió aún más.

ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ² ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ Where stories live. Discover now