ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ² ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Konbini

(4/8)

Yoongi volvió con fideos, una leche de fresa y otra de plátano, preparó todo y lo puso frente a nosotros.

- ¿quieres contarme que pasó? 

Me le quede viendo largos segundos, dudosa de contárselo porque podría llorar o enojarme.. o.. no lo sé.

- sino quieres esta bien - comenzo a comer

- creo que sería mejor un souju

- no, no te emborraches por un idiota, mira, no se lo que pasó pero lo que sí se, es que con una borrachera no vas a arreglar nada - puso una pajilla en ambas lechitas - solo despertaras a afrontar una resaca, un problema sin resolver y creo que con unos amigos confundidos, ahora toma tu leche

- esta bien

Y bueno, me volví a hundir en mis pensamientos, ¿cómo vería a Jimin desde ahora?, ¿qué pasará cuando tengamos que ir a Japón?, tantas cosas van a pasar por esta simple farsa.

¿Y si yo nunca hubiera confiado en mi primo? ¿Hubiera tenido una vida feliz con Yoongi?.

- Yoongi, ¿qué habrías hecho si yo no me hubiera ido a Japón?

- ammmm - levantó su vista al techo - no lo sé, supongo que me hubiera gustado intentarlo de nuevo, ya sabes, amarte bien - sonrió mirando su plato - pero eso no pasó, el hubiera no existe

- lo sé.. Tae y Jimin se conocen desde hace mucho, de hecho Tae le contó todo a Jimin, nuestros problemas, como quería que fuera a Japón, incluso lo hizo prometer que me cuidaría y nos casaríamos a toda costa, Tae fue quien me consiguió un puesto en aquella empresa, Tae hizo de todo para manejar mi vida y mantenerme "segura" y.. yo siento que desperdicié mi vida en planes que no fueron míos desde un principio

Min no dijo ni una sola palabra, solo me abrazo muy fuerte y me dejo llorar en su hombro por un largo tiempo. Acaricio mi espalda, mi cabello y al final me tarareo una pequeña canción.

- vamos, tenemos que alejarnos de este lugar

- esta bien - limpie mis lágrimas

- ¿quieres ir a tu casa? - negué con la cabeza - ¿a un hotel? - volví a negar

- ¿podemos ir a ti casa? No quiero ir a un hotel e intentar hacer una locura

- entiendo, vamos a mi casa - tomo mi cabeza suavemente - quiero que sepas que desde ahora tu tomarás tus decisiones, puede que cometas errores pero - alargó la o - siempre estaré yo aquí para ayudarte a huir

- gracias - sonreí

Por último subimos de nuevo a su moto y recorrimos un largo camino hasta llegar a su casa. No hablamos mucho, solo me hizo una ducha, acomodó una habitación para mí y me dio las buenas noches con un pequeño abrazo.

- siempre estaré para ti, Ginebra

Quisiera haberle respondido; y yo para ti, Min Yoongi.