60

438 38 45
                                    


Así que eso era, no había podido hablar con Muriel tan claro, por eso no podía mirarme, una parte de mi estaba enfurecida, porque no podía tener los pantalones, pero otra me dio pena, no necesitaba esta ruptura cuando tenía un familiar mal, tenía que darle apoyo a Christopher, sabía que ahora más que nada lo necesitaba, sabía de sobra que estaba pecando de ser tan ¿buena?, pero no podía ser cruel

- Bueno Dul, te parece que vayamos el viernes, le dices a Pablo- comentó Ani mientras le daba un trago a su bebida

- ¿Qué? Perdón

- En qué mundo estas

- Perdón me colgué, que me decías

- Decíamos con Mai hacer una salida de parejas el viernes que tenemos libre y que le digas a Pablo

- Ah... no creo que sea ideal

- ¿por es tu novio? - cómo obviedad

- Pues no

- ¿Cómo que no?- gritaron ambas haciendo que los chicos voltearan a vernos y negamos-

- Shh pueden no gritar-

- Pero como es eso

- Terminamos ayer

- Pero iban bien ¿no?

- Eso pensaba, pero hacia un tiempo que pensaba en hacerlo la verdad, no me sentía al 100%

- Lo sabía- dijo Mai- Ucker 1 Pablo 0

- No es eso Mai- reí ante su ocurrencia – Ucker no tiene nada que ver

- Ya... claro- dijeron ambas

- No, realmente, además Pablo ... Pablo me engañaba – dije sin saber bien

- ¿Qué? – volvieron a gritar

- Que tanto gritan esas cotorras- dijo riendo Christian

- Seguro Dul, les está contando lo de Pablo

- ¿lo de Pablo?

- Eh si- dije nervioso- terminaron

- ¿terminaron?

- ¿y tú como sabes eso?

- Es que ayer... ayer almorcé con Dul y vimos a Pablo con una chica

- ¡Lo sabía!, no que ibas a ver a tu familia pendejo

- Eh, que, si fui, pero también almorzamos habíamos estado hablando y estábamos cerca bueno ese no es el punto

- Ya claro, el punto es que ahora Dul esta soltera y tu querías terminar con Muriel- agrego Poncho divertido

- Déjense de tonterías- dije un poco ofuscado

- No son tonterías y lo sabes

- Chicos vamos, tenemos que seguir grabando

Después de estar más de 10 horas de trabajo por fin nos iríamos, era media noche y habíamos llegado muy temprano, el cansancio me estaba empezando a pasar factura, me sentía extremadamente agotada y me dolía las piernas, estaba segura que tenía los pies hinchados.

Estaba tan agradecida que nos dejaran a cada uno en nuestra casa porque no quería n pensar en cómo lo haría, así que cuando llegue, era casi la última, solo faltaba mi Pollito y Ucker, cuando llegamos a mi edificio abrace a cada uno que iba igual que yo, sin más salí.

Quizás sí , quizás no...Where stories live. Discover now