T H I R T Y

449 24 1
                                    

—¿Escribes canciones aquí? —veo a dirección de la libreta que reposa en la mesa.

—No —niega—, no te cohíbas al tomarlo, puedes hacerlo —se encoge de hombros y extiende la libreta a mi dirección—, aún no hay nada ahí, pero pienso usarla en un tiempo —se sienta a mi lado—, ¿Cómo te sientes? —pregunta y elevo mi mirada.

Que me preguntara aquello después de varias horas de lo que había sucedido me causa estragos.

—Estoy bien —aseguro mostrado una sonrisa leve—, aunque me siento un poco presionada. —si, me estaba expresando muy mal de nuevo, pero realmente sentía una presión encima de mi.

La puerta es tocada con ímpetu y me no pasa mucho tiempo para que Harry me vea extrañado y camine hasta la entrada.

Puedo escuchar murmullos y cuando siento los pasos acercarse hasta el comedor me volteo en mi puesto y cuando veo la cara familiar prefiero volver a mi anterior postura y pongo los ojos en blanco sin que nadie lo noté.

—Pienso que deberías de esperar un días más para hablar con ella. —dice Harry y me calma un poco por dentro.

Porque solo verlo me aceleraba el corazón de la rabia, del enojo que sentía, simplemente pensar que él no hizo absolutamente nada para ayudarme y ya después de casi una semana me está hablando es como una puñalada a mi corazón.

Mi propia familia me estaba desgarrando por dentro, me estaban hundiendo y haciendo de mi vida un completo desastre de sentimientos y comportamientos que ni yo comprendo.

—Allyson solo vine a visitarte, a decirte que te hecho mucho de menos y ver cómo estabas y saber si podía ayudarte con algo. —me volteo nuevamente y alzó mi mirada para verlo fijamente a sus ojos.

—¿En qué me vas a ayudar? —pregunto con un todo molesto—, ¿No te basto con no defenderme? Estoy muy segura de que no lo hiciste porque justo ahora estás dependiendo de mi madre. —Harry busca mi mirada y lo noto rápidamente, y cuando lo veo el me manda una mirada alarmante, así como si tratara de bajar mi temperamento.

—¿No te basta con que mi papá siga pagando todas tus mierdas? —abro mis ojos de para en par y no me inmutó ni un momento ni por la presencia de Harry en el comedor.

—¿Mi papá pagando todas mis mierdas? —repito todo lo que dice y lo veo incrédula—. Dylan mi papá no está pagando nada mío —niego con mi cabeza—, estos últimos días he sido más independiente que tú en toda tu vida, porque nadie se ha molestado en preguntarme que necesito, ni siquiera en llamarme para saber que sucede conmigo.

—¡Oh por favor! —suena con resentimiento—. ¿Te vas a hacer la trabajadora frente a mi? —Harry parece ponerse alerta cuando me paro de mi puesto y lo encaro enojada—. Si no es mi padre el que te está dando todo, entonces es otro trabajo el que estás haciendo y con Harry. —amplio mi mirada de par en par y siento como le da una puñalada a mi corazón con solo decir aquello.

—Ten un poco de respeto, estás en mi casa. —Harry se adelanta a decir.

—Es mi hermana —no tiene miedo en decir—, así que si lo deseas podemos largarnos de aquí para que nos dejes hablar en privado.

—Yo no quiero, si me buscas para suponer cosas es mejor que vayas a casa no vas a ganar nada estando aquí —no siento la necesidad de explicarle todo lo que sucede—, tengo muchos problemas y realmente no quiero más.

—Allyson me preocupas. —baja su tono y entrecierro mis ojos.

—¿Perdón? —no me molestó en evitar sonar cruel—. ¿A caso me has llamado para saber cómo estoy? ¿O como he hecho para estar estable estos últimos días? Solo llegaste aquí con cara de santo y a los minutos me tratas como si fuera manceba de Harry —el suelta un suspiro pesado—, así que te agradecería mucho que te vayas. —doy una mirada severa y me doy la espalda de nuevo.

High Hopes H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora