Epílogo

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- ¡Suéltame tonto!- las risotadas de Raptor se escuchaban hasta el otro lado del instituto.

- ¡Nunca!- le respondió un castaño oscuro mientras lo cargaba como costal por toda la jardinera central.

- Chicos, tenemos hambre, deberíamos irnos- se quejo Trolli con los brazos cruzados mientras los miraba.

- Ya vamos, ya vamos, solo déjenme probarle a este pequeño niño que no puede contra mi- dijo Sparta con una sonrisa de oreja a oreja.

- Di lo que quieras, soy mejor que tu- argumento el castaño claro desde su incomoda posición.

- Los vemos allá mejor- aseguro Mike llevándose a Trollino y al resto de chicos. Sparta bajo a Raptor para pedirle a Mike algunas cosas del super.

- ¿Seguro que estarás bien con el?- le pregunto Victor a Raptor antes de irse.

- Ya te dije que no tienes nada por que temer, confío en el- Victor sonrío, le alegraba ver a su amigo así de feliz.

- Si me necesitas, ya sabes que estaré por aquí- y el castaño se alejo con los demás.

- Ahora si ¿Decías que eres mejor que yo?- Raptor se acerco con una mirada llena de diversión y los brazos cruzados.

- Puedo probarlo- el mayor se encogió de hombros.

- Pruebalo entonces- lo reto sin pensarlo dos veces.

Sparta solo sonrió y lo jalo de la sudadera para besarlo y dejarlo con la guardia baja, después se separo de el y le puso la capucha de la sudadera cubriendo por completo su sonrojo.

- Eso no es justo- musito el menor completamente nervioso.

- Lo es para mi- celebro Sparta mientras lo abrazaba.

Raptor se quito la capucha y lo miro, definitivamente adoraba tener a ese chico a su lado.

- Y ¿Qué va a pasar con tus padres?- le pregunto. 

No era desconocido para nadie que sus padres estaban en contra de sus preferencias y su comportamiento, de hecho habían tenido muchos problemas antes de poder estar juntos, pero siempre encontraban como superar cada obstáculo que los adultos les ponían.

- Ya te lo había dicho, no me importa lo que ellos digan- el mayor se rasco la nuca- Ellos ya no pueden decidir por mi- la sonrisa cargada de tristeza que tenia Sparta le partía el corazón.

- Yo podría ayudarte- le comento poniéndose frente a el y tomándolo de los hombros.

- ¿Cómo puedes hacer eso?- lo cuestiono completamente perdido en sus ojos esmeralda.

- Bueno, ya pensaremos en eso, la cosa es que podemos resolver esto juntos- le aseguro con una sonrisa- vamos, repitelo.

- Podemos resolver esto juntos- repitió el mayor sonrojado hasta las orejas y con una sonrisa de tonto plasmada en su cara.

- Ese es mi chico- afirmo Raptor acercándose a el solo para jalarle la capucha y ponersela- El chico que no puede contra mi

Sparta planeaba decir algo pero esta vez fue turno de Raptor para dejarlo callado con un beso.

- Alcancemos a los demás antes de que se acabe la comida- lo apuro tomando la delantera hacia el centro comercial donde solían comer.

- Por supuesto que si- susurro el castaño oscuro mirándolo con un cariño tan profundo que no pudo evitar soltar un gran suspiro mientras pensaba en lo afortunado que era al haber recibido una segunda oportunidad.

"Gracias luna, no se que haría sin ti" pensó mirando al cielo donde la luna llena, que tantas noches lo había escuchado desear estar junto al castaño, se encontraba brillante y majestuosa como nunca antes.

Sparta echo a correr tras su novio para colgarse a el cuando por fin lo alcanzo y así salir de la escuela juntos.

Fin.

Diez noches bajo la luna. SPARTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora