Beautiful Dangerous ( the wild side LA).

46. Mar de mentiras.

Días después.

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BRIE
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La doctora Dora tomó una hoja y  comenzó a hacer los apuntes. La ginecóloga empezó a hacerle preguntas a Sharise, sobre cuando había sido su último periodo, cuánto solía durar su ciclo menstrual, si ya había dados a luz antes y etc. La rubia comentó que aproximadamente en tres semanas no había regresado su ciclo menstrual. La ginecóloga necesitaba comprobar su estado físico en general, su presión sanguínea, su peso y altura. También le preguntó cómo se sentía y si había tenido síntomas. Llevó a cabo un examen interno, en el qué debía notar si tenía reblandecimiento del cuello uterino y aumento debido a la vascularización, hinchazón e hiperplasia de las glándulas cervicales.

——Felicidades Sharise, si estás embarazada - felicitó la ginecóloga. La rubia entreabrió la boca en una “o” asombrada y con un destellante brillo en los ojos azulados.

——¡Que emoción!

——¡Vamos a hacer tías!

Karen y Fer rodearon a la rubia formando un “sandwich” de abrazo y yo me crucé de brazos viendo la hermosa escena a lado de la doctora. Mi hermana me miró y negó con la cabeza siempre con esa hermosa y tierna sonrisa. Le sonreí igual y se le escapó una lágrima.
Días atrás la ayudé a qué se hiciera una prueba casera que resultó positiva. Yo ya sabía que mi rubia estaba embarazada, pero ella no lo quería aceptar. Así que le insistí para que vinieramos a la clínica y saliéramos de dudas.

——¿Cuánto tiene doctora?

——Ya tiene cinco semanas - me respondió sonriente y las chicas abrieron los ojos.

——¿Dos meses? - Preguntó Karen asombrada.

——Tan rápido, y no te dabas cuenta? - cuestionó Fer y Sharise se encogió de hombros y me miró con una sonrisa complice.

——¿Quisieran ver al bebé?

——Si! - asentimos con emoción. Y la doctora nos invitó a pasar al laboratorio, teniendo todo listo Shar se recostó en la camilla y nosostras tomamos asiento especulando.

——Observe la pantalla - le pidió a la rubia.

Todas miramos a la pantalla en la que mostrarían al bebé. Se mostraban unas líneas extrañas en negro y blanco. Luego un espacio en negro que adentro de ese espacio había un pequeño círculo más bien como un pequeño “Frijol” en el medio. La rubia observó fijamente en la pantalla.

——Es una niña.

——Oh Dios, en serio?

——Así es. Será una preciosa niña.

——¿La ves Shar?

——Si, esta ahí. Ese pequeño círculo, es mi bebé. Mi princesa.

Con las chicas intercambiamos miradas de alegría y mi hermana sonreía mirando la pantalla. Al principio Sharise estaba muy asustada, no quería ser madre tan pronto, pensaba que no tenía la capacidad de hacerlo. Pues en su infancia le faltó mucho amor paternal. Su madre nunca la quiso y ni siquiera conoció a su padre. Temía cometer el mismo error que sus padres al abandonarla y nunca brindarle amor. Pero pronto comprendió que en su corazón no cabía el odio y que ella no debía hacer lo mismo. Y ahora deseaba más que nada hacerse cargo de esa inocente criaturita que estaba creciendo en su vientre. Sharise nos pidió discreción pues aún no estaba lista para confesarle a la rubia que iba a ser padre.