𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.

•10•

¡MARATÓN!
[4/6]

[Capítulo dedicado a Xiomara]

•||Capítulo 10||•

R I C H A R D

Hoy debía de pasar por mi hermana en la casa de Mía, ella y yo teníamos que salir a hablar y claro no quería importunar a la dueña de casa.
Sabía que la estadía de Rachel no sería pasajera, la vi muy cómoda últimamente así que debía de dejarle claro las condiciones para que me hiciera cargo de ella mientras esté aquí. De lo contrario mis padres no la dejarían quedarse.

Relajado manejo rumbo al departamento de Mía unas cuadras antes de llegar veo a una chica muy parecida a ella, esta sentada en la acera y con la mirada totalmente perdida es... era Mía. Aparco cerca y bajo del auto rápidamente, se veía mal, y no podía dejarla así, mi hermana puede esperar un momento.

—¿Mía? ¿Qué haces aquí? Sola, en medio de la acera... ¿estás bien? ¿Te sientes bien?

Ella no dice nada, nisiquiera me mira.

—Dios... dime algo por favor, ya me estas asustando Mía..

—Necesito olvidar, necesito calmarme, necesito escapar Richard.. necesito irme.

—¿Irte? ¿Hacia dónde? -no decía nada ¿por qué no decía nada?- Sabes.. mejor ven vamos a un lugar tranquilo, tomemos algo y me cuentas. -le ofrezco mi mano, y ella por primera vez desde que llegué levanta su mirada, me mira, lo medita unos largos segundos pero al final toma mi mano.

Estaciono bien mi auto y la gio hacia un bar cercano, ya en este ambos sentados ordeno unas cervezas mientras estas llegan digo:

—Puedes contarme.

Ella suelta un largo suspiro y habla.

—Es tan difícil Richard... Me odio Richard, me odio por tomar esta decisión, pero también me odio por no poder olvidar, y por seguir sintiendo esto, me odio por amarlo..

—Mía me encantaría saber de que hablas para ayudarte...

—¿No lo sabes? -pregunta incrédula.

—Mia tu vida es tuya y Rachel me lo ha dejado muy claro, prácticamente no sé nada de ti.

Luego de un suspiro dice:

—Okey... te contaré unas cosas..

Pasé prácticamente al rededor de dos horas hablando con Mía en el bar, y vaya que hablamos, tal y cómo dijo me contó algunas cosas, es más muchísimas diría yo, me enteré cosas que jamás me imaginé que una chica como ella pasaría, verla y saber que pasó por tanto me dejó un tanto perplejo, y si antes de conocerla sentía atracción por ella, ahora la atracción se multiplicaba a cada segundo.
Saber por las cosas que pasó, saber cómo superó esas pruebas de vida en tan corta edad me hacía admirarla aún más, definitivamente Mía Johnson era la mujer perfecta ante mis ojos. El único problema es que su corazón tiene dueño, y desafortunadamente ese no soy yo.

Dispuesto a ganarme al menos su amistad le di mi punto de vista, y por mucho que me pese la contradeci cuando me dijo lo del divorcio.

—Mía, todo parece apuntar que el sigue amándote y pues tu no te quedas atrás ¿por qué acabar con eso?

—La pregunta seria ¿por qué seguir? Richard -suspiró- creo que lo mejor para los dos es borrón y cuenta nueva.

—Es tu decisión-tomé sus manos entre las mías- y quiero que sepas que me tendrás aquí contigo... ¿okey?

—Gracias Richard, enserio muchas gracias. -y con una pequeña sonrisa toma de su cerveza.

[...]

M Í A

Se sentía bien desahogarse. El silencio de Richard y sus pocas pero sabias palabras ayudaron mucho en mi confusión, y si de algo estaba segura es de que aunque no deje de pensar en Christopher lo nuestro debería de terminar por las buenas, por que apesar de nuestro triste final, nuestra historia fue hermosa y con ella los momentos vividos juntos no quería que lo nuestro terminara mal o a las malas, quería verlo bien así que decidí averiguar unas cosas antes de darle una sorpresa.

Sin más inicio mi "investigación"

—¿Hola?

—Hola Pablo.. Soy Mía.

—¿Mía?... ¡Mía! Vale ¡hasta que me marcas! eh, la conmoción era con Christopher no conmigo..

—Lo sé y lo siento, pero necesito saber unas cositas que sólo tú puedes decirme...

—¡Dueles Mía! ¡Dueles! Me siento utilizado..

No puedo evitarlo y suelto una risita.

—Puedes hablarme de tu chica...

—¿Dónde y cuándo?

Riendo le doy la hora y dirección.

—Okey.. hasta mañana "Mami"

—Hasta mañana "hijo".

Pablo soltó una carcajada y cortó la llamada.

Investigación ¡allí vamos!