•17•

902 52 1
                                    

•||Capítulo 17||•

C H R I S T O P H E R

—Creo que funcionó. -Cami sonríe de oreja a oreja- Allí viene. -susurro y retomo su compostura.

—Christopher..

Volteo y me encuentro nuevamente con Mía.

—Dime. -hable de lo más normal.

—Quisiera hablar contigo.. a solas.

Miré a Mía y a Cami repetidamente.

—Lo siento. -Cami abre sus ojos- Hoy no puedo, debo de llevar a Camila a su casa, tú sabes no balla a ser que le pase algo.

Mía queda boquiabierta.

—¿Qué? -apenas pronunció.

—Qué no puedo hablar contigo. Y que llevaré a Camila a su casa. Otro día hablamos. -sin más me levanto y dejo el dinero en la mesa.

—¿Hablas enserio?

—Muy enserio. Adiós Mía.

La salude con la mano y tomé a Camila de la mano, esta perdida me sigue hasta la salida.

Ya fuera del restaurante se suelta de mi y dice:

—¿Qué fue eso? ¿No íbamos a ponerla celosa? La ignoraste.

—¿Acaso no logré mi objetivo?

—No te entiendo.

—Ya lo harás.

[...]

M Í A


Confundida volteo y voy con los chicos.

—¿Por qué se fue? -Erick es el único que se atreve a preguntar.

—Me ignoró. -apenas pronuncié.

—¿Qué? -el asombro visita los rostros de todos.

—Nisiquiera quiso hablar conmigo.

—Mía no puedo, ayude con esto pero... -es interrumpido inesperadamente por Joel.

—¡Pablo! -lo regaña Joel- no lo digas.

—¿Hay algo que no sé? -todos se miran entre ellos.

—Lo siento Mía. Tengo que irme, es más nos vamos ¿verdad Aye? -Mar se levanta de su silla y toma del brazo a su hermana.

—Este... si Mía, tenemos que irnos, am... bye te queremos. -ambas dejan dinero en la mesa y huyen del lugar.

Aquí hay algo escondido.

—Nosotros también nos vamos. -Joel, Erick, y Zabdiel se levantan de sus lugares-. Debemos... ir... ir a algún lugar, Bye Mía.

Los tres se van.

—Aquí hay gato encerrado y tú me dirás que pasa. -miro a mi único acompañante.

—Es que Mía..

—Pablo habla.

—Mía...

—Pablo. -lo miré a los ojos casi rogándole por una repuesta.

—Mía él vino por que yo le dije que trabajabas aquí.

—¿Qué?

—No quiere que trabajes él... él quería recuperarte Mía.

—¿Resfregandome a otra en la cara? Pues que manera de recuperarme.

—Ni yo sé por qué la trajo. Es más ni la conozco.

—Pablo... -dudé por un momento- ¿hay algo entre ellos dos?

El suspira y me mira.

—No. Sí lo hubiera creo que lo sabría.

—Gracias. -suspire- y perdona, pero no puedo quedarme. -le di un beso en la frente y salí de aquel lugar: confundida, anonadada, y molesta muy molesta.

[...]

Apenas logro abrir mis ojos perezosamente, hoy definitivamente no es mi día. Claro que no.

Sin ganas me levanto hacia el baño con la única intención de darme un relajante baño y volver a la cama. Al salir tomo otro pijama, decidida a volver a dormir, cuando estoy apunto de cerrar mis ojos el sonido de mi celular interrumpe mi segunda sesión de sueños. Sin más atiendo la llamada.

[En la llamada]

—¿Alo?

—Johnson ¿no vendrás al trabajo? Tú turno hoy era a la mañana.

—Clark... hoy no puedo ir.

—¿Te sientes bien Mía? -parecia preocupado.

—Sí... sólo... ¿si te digo la verdad no me despedirás?

—Mía sabes que no te dejaría sin trabajo.

—Mal de amores Clark. La he cagado.

—Cuentame estoy para ser tu acesor. -dice en medio de una risita.

—Me dejó por un motivo entendible. Lo busqué pero me rechazó. Luego de algunos años nos volvemos a ver y él es el que me busca y ahora yo lo rechacé...

—Y ambos se siguen amando apesar de todo... ¿cierto?

—Pero el muy idiota viene y me resfrega en la cara a otra... ¡a otra por dios! No sé que hacer Clark.

—Mía ¿viste su versión?

—¿Qué? -apenas dije.

—Si lo escuchaste. Dijiste que te dejó por algo entendible, ¿oíste lo que tenía que decir? ¿Hablaron verdaderamente de ello?

—Yo.. este.. no Clark.

—En mi opinión Johnson, el chico está desesperado, y esta buscando darte celos, trata desesperadamente llamar tu atención.

—No sé Clark. -dije con toda honestidad.

—Vale. Tomate el día de hoy y el de mañana por mi no hay problema, te veo el lunes Johnson.

—Gracias. Muchas gracias.

—Cuidate Mía y piensa en lo que te dije.

—Lo haré Clark, Saludos a tu esposa.

[Fin de la llamada].

Vale, no tengo trabajo. Puedo pasar todo el día en cama durmiendo.

Me paso las siguientes dos horas acostada pensando y pensando cuando mi celular suena: un mensaje.

_______________________________________________________

Rich Camacho: Mía estoy afuera, abreme!😆❤.
________________________________________________________

Sin más me levanto de mi cama y voy a abrir la puerta.

—¿Qué haces así? -lo miré dudosa- Hoy salíamos de paseo ¿recuerdas?

—Mierda.

—¿Lo olvidaste cierto?

—Vale, pasa y te cuento.





𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz