•3er E X T R A•

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Extra:

•C h r i s t o p h e r•

Estaba que temblaba, después de 50 años aquí me encontraba nuevamente. En mi casa de la infancia rodeado de mis amigos, hijos, y nietos.

Aquí parado en medio de este hermoso jardín junto al padre esperándola, ansioso y totalmente nervioso.

Y si. Otra vez estaba así. Pasaron minutos desde que nos vimos, y ahora debería esperarla, ansioso sería la palabra perfecta para describir cómo me siento en estos momentos.

Pasan cinco, diez, quince minutos y Mía no aparece, no sé por qué pero empiezo a desesperarme cuando oigo la melodía de Dusk till Dawn, de pronto veo entrar a Mía con un hermoso vestido color salmón y blanco, estaba hermosa.

Olvidé un insignificante detalle, venía acompañada de nuestros nietos, los gemelos Nick y Ethan, hijos de nuestra bella Luz.

Volviendo a Mía, ella sonreía de oreja a oreja, así formándose esas arruguitas que tanto me encantaban, así con su característico cabello dorado con mezclas de blanco y su hermosos ojos esmeraldas llenos de felicidad. Definitivamente después de 50 años seguía profundamente enamorado. Locamente enamorado.

Nuestra distancia anteriormente larga, comienza a acortarse cada vez más y más, hasta quedar a escasos centímetros.

—Te ves hermosa. -dije y ella me regala esa hermosa sonrisa que sólo ella puede darme.

—Tú estás perfecto. -mis nietos dejan la mano de su abuela para dármela.

—La cuidas abuelo. -Nick achina sus ojitos.

—No le hables así al abuelo. -susurra Ethan.

—¿Qué? Mamá me dijo que lo amenaze. -todos volteamos hacia Luz quien estaba sentada en primera fila.

—¿Qué? -protesta ella- es típico de las bodas amenazar al novio.

Sin poder evitarlo todos estallamos a carcajadas. Pasa al rededor de unos minutos cuando el padre dice:

—Bueno... ¿ya no más amenazas al novio? -todos niegan-. Okey, iniciemos.

—Queridos hermanos, en esta tarde nos reunimos aquí con el único propósito de volver a repetir los votos matrimoniales de esta encantadora pareja, hoy oiremos lo que estas dos personas tienen que decir y sellaremos su nueva promesa con estas nuevas alianzas. Comienza tu Christopher.

Mi nervios están a mil. Tomo en mis manos el papel y poso mi mirada en mi hermosa esposa.

Mi querida esposa, hoy aquí y delante de todos nuestros seres queridos, delante de nuestros hijos, delante de nuestros nietos, delante de nuestros amigos, delante de nuestra familia. Quiero decirte gracias. Gracias por estar conmigo durante estos años, gracias por darme cuatro bellos hijos, gracias por soportarme, gracias por luchar y salir vencedora conmigo, gracias.
Los mejores años de mi vida han sido en los que tú has habitado, gracias amor, gracias por cada sonrisa, por cada gesto, cada beso, gracias por existir, y sobretodo gracias por amarme. Todavía pienso e imagino cuando éramos jóvenes, cuando eramos unos inexpertos en el área, y no lo creo, hemos pasado por tanto, hemos luchado por tanto y aquí estamos. Juntos, amándonos y felices. Eres todo lo que quiero, y necesito. Por qué te amé, te amo y te amaré cada unos de mis días.

Tu bello esposo Christopher.

Al levantar la vista de mi carta la observo, sus bellos ojos esmeraldas cristalinos, su sonrisa de oreja a oreja y toda su anatomía gritandome que le ha encantado mis renovados votos.

Querido esposo, hoy, aquí delante de nuestra familia y amigos quiero desirte gracias. Estos años a tu lado fueron y serán los mejores de mi existencia, cada momento, cada minuto, cada segundo es irrepetible y único a tu lado. Gracias por amarme, gracias por estar allí conmigo, gracias por tu apollo en cada una de mis locuras, y sobretodo gracias por seguir junto a mi en el camino. Aveces te miro y digo "wow, lo logré" estoy con el hombre de mi vida pasando cada unos de mis mejores momentos. Por otro lado sigues siendo tu mismo, sigues dandome lo mejor de ti, y gracias amor, gracias por seguir a mi lado, gracias por amarme, GRACIAS. Y aquí delante de nuestra familia quiero decirte que te amo y te amaré por toda la eternidad.

Att: Tu pequeña esposa.

•M í a•


Escuchar sus palabras, escucharlo a él hizo que mi corazón temblaran al igual que mis piernas.

Todavía me era difícil de creer que estuviésemos juntos.

Cada día me enamoraba más y más, cada minuto a su lado es inigualable, en otras palabras perfecto.

Cuando termino de leer mis votos matrimoniales lo miro a los ojos y puedo verlo igual o peor que yo, apunto de derramar varias lágrimas.

El resto de la ceremonia fue perfecta. Me atrevo a decir que todo lo que el padre decía nisiquiera lo había escuchado, simplemente miraba al amor de mi vida sonreír y mirarme cómo sólo el lo hace apesar de los años.

Cuanto amaba a este hombre.

—¡Que vivan los esposos! -oigo al padre.

—¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! -gritaban todos y por fin vengo a la realidad para envolver mis brazos al rededor del cuello del amor de mi vida. Este no espera y me toma rápidamente posando sus fuertes manos en mi cintura. Y nos besamos, cómo lo hacemos siempre, con ternura, pasión, cariño y sobretodo amor. Por qué pasear de los años nuestro amor seguía intacto, poe que pasar de todo nosotros seguíamos amándonos.

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈𝐈.Kde žijí příběhy. Začni objevovat