Capítulo 1 "Conociéndote"

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¡Hola de nuevo! como dije en la descripción, este "libro" básicamente se va a centrar en los momentos Hiccstrid durante las series. Esta es mi perspectiva de como me hubiera gustado que pasaran las cosas o de como simplemente mi cabeza loca se las creo de repente. Lo que sí aclaro es que, no voy a escribir mi perspectiva de toda la serie, simplemente me voy a centrar en ciertos capítulos. 

Otro punto que quiero aclarar antes de que comiencen con su lectura es que, la trama de los capítulos se centrarán mucho más en Hipo y Astrid que en el resto. Y hago énfasis en esto por si mientras leen, ven saltos de tiempo entre las cosas que pasan. Si vieron las series, no van perder el hilo, pero igualmente, ante cualquier duda, pregúntenme con confianza.

Dicho esto, los dejo con el primer capítulo

Este quise centrarlo en la primera película, porque mi cabeza se creo muchas ideas de algunas cosas que no se vieron en la relación de Hipo y Astrid, espero les guste.

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POV. Normal

La guerra que ha habido entre dragones y vikingos desde hace 300 años parece nunca acabar, así como los días de vive o muere en Berk. Hipo Haddock; el hijo del jefe de la aldea, miraba por la ventana la misma rutina de siempre, dragones y vikingos luchando entre sí, a la vez que pensaba que ya era hora de dejar la herrería de Bocón para unirse a sus demás compañeros y combatir contra los dragones.

Pero, como ese todavía no era su lugar, se apresuró a atender a cada vikingo de la aldea para darles las armas que necesitaban para combatir, y mientras lo hacía, no podía dejar de mirar de vez en cuando a cierta chica rubia que estaba ayudando en la batalla como el resto; Astrid Hofferson.

El chico agitó la cabeza para concentrarse en su trabajo y dando un último suspiro, tomó una decisión; iba a salir del taller para enfrentarse de una vez por todas contra un dragón. Con eso, finalmente se ganaría el respeto de su pueblo, pues, para los berkianos, era esencial saber matar a un dragón para ser tratado como verdadero vikingo.

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Pero, las cosas no siempre salen como uno las desea. Hipo estaba seguro que había derribado a un dragón con ayuda de una catapulta que inventó, pero la suerte no estuvo de su lado. Ya que, el dragón cayó muy a lo lejos de la aldea, además que, después de haberlo derribado, apareció una pesadilla monstruosa a su lado. 

Lo que provocó que Hipo tuviera que correr para que el dragón no le devorara.

Cuando los dragones abandonaron Berk, el jefe Estoico el Vasto mandó a Hipo a casa después de haberlo salvado del pesadilla monstruosa, pero no sin antes decirle: "eres muchas cosas Hipo, pero un cazador de dragones no eres".

Y mientras era escoltado a casa por Bocón, los chicos que eran de su misma edad aprovecharon para burlarse de su pésimo desempeño como vikingo, todos menos uno; Astrid.

-Qué bien peleaste Hipo- comentó Brutacio mientras su hermana se echaba a reír.

-Nunca había visto a alguien meter la pata así- exclamó Patán con gracia- nos ayudaste mucho.

-Gracias, gracias, hice el intento- respondió Hipo sarcásticamente sin detener su paso.

Cuando Hipo pasó de largo, Astrid no pudo evitar mirarlo con pena. Cuando eran pequeños, solían jugar juntos, pero a medida que crecieron, los padres de la rubia le exigieron que comenzara su entrenamiento como guerrera, por ello se distanciaron un tanto.

La Hofferson pensaba que Hipo era una buena persona, pero que trataba de ser alguien que no era. Aunque claro, esa no era razón para que todos se burlaran de él.

¿Siempre? SiempreHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin