🐾Perdoname mi Omega🐾 (Namjin) Omegaverse

Capítulo 61... Pruebas y un dolor.

🐾🐺🐾

2/5

Lisa siempre había amado a su madre, ella lo era todo para la chica.

¿Cuando comenzó a pensar lo contrario?

Ahh si, lo recuerda perfectamente.

El día en el que prácticamente la vendió con el asqueroso de Hong, ese maldito que abusó de ella no una, si no miles de veces, casí todos los días, hasta que el alfa estuviera satisfecho.

Había abortado 4 veces, su madre la hizo abortar.

Su cuerpo estaba tan lastimado, tan destruido, tan débil, sentía tanto asco por ella misma.

Cuántas veces no deseó morir, ya no soportaba todo lo que estaba viviendo.

A su mente llegó el recuerdo de ese hermoso chico alfa, con el que inició una bonita amistad.

Zico.

Era un alfa muy alegre y bromista, le gustaba cuando el alfa le contaba historias, y le compraba dulces.

Su amistad era tan bonita, tan pura, tan limpia.

Hasta que su madre se enteró.

Ella no podía ser amigo de un alfa "mediocre", así le había dicho Rose.

Lisa no le hizo caso, por lo que siguió siendo su amiga, y la amistad crecía mas y mas.

Rose no le pidió permiso para lo que hizo después.

Acusó a un inocente Zico de un robo de joyas, pero Lisa sabía que su amigo era inocente, por lo que defendió con todas sus fuerzas al alfa.

Mientras que Zico agradecido de que Lisa creyera en su inocencia.

Pero Rose no dejaría que las cosas se quedaran ahí.

Le dio un ultimátum a su propia hija.

Lisa lloró e imploró que no lo hiciera, que dejaría de ser la amiga del alfa, pero que por favor no se atreviera a hacerle nada a su amigo.

A su amigo real, no uno imaginario.

A su madre no le importó.

Ese día Lisa aprendió a la mala.

Zico fue condenado a pasar muchos de años de cárcel, por "abuso sexual" hacia Lisa.

Y vaya la ironía de la vida, la chica si fue abusada pero por un asqueroso hombre como lo era Hong.

Se arrepentió toda la vida, pero el recuerdo iba desapareciendo de su cabeza, hasta que su cuerpo fue ultrajado.

Sentada en la silla junto al juez, esperaba ser interrogada.

Esa era su oportunidad de al menos dejar de sentir tanta culpa en su corazón.

Le sonrió a su madre, pero fue una sonrisa falsa, tan falsa como el amor que decía sentir a Rose.

Miró a Jin, con la mirada le pedía perdón otra vez.