➳Capítulo 12: ¿Tal vez soy yo el de la mala suerte?

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Me uní al murmullo colectivo, inclinándome hacia mi jefe.

—Señor, ¿pueden hacer eso?

NamJoon apretó su lengua contra el interior de una de sus mejillas; se veía profundamente reflexivo. 

—La Unión ha caído bajo. Se supone que los conceptos se eligen con un año de anticipación. 

—De eso también estaba enterado. ¿No tienen miedo de las repercusiones? O...— me quedé pensando un momento—¿Este año KimCo no iba a entrar a la Unión luego de la KFW? 

NamJoon asintió. 

—Quieren que se prueben a sí mismos. 

Mi jefe me miró directamente a los ojos y volvió a asentir. 

—Te dije que han caído bajo. Si por culpa del concepto la KFW no tiene éxito, será una excusa perfecta para negarnos la entrada. Debe ser ese...—

—... Así que debemos llegar a un acuerdo cuanto antes para esto; por eso me era urgente reunirme con ustedes, especialmente con NamJoon-ssi, quien reemplazará a su padre desde este año. 

Todos pusieron atención a mi jefe, quien solo mantuvo su expresión neutral y asintió. Se veía muy intimidante, y me di cuenta de que probablemente así se veía para todo el resto que no estaba constantemente a su lado. 

Si yo no lo hubiera visto asegurarse que tuviera comida en mi estómago ya dos veces, diría que era una máquina. 

Y me pregunté... ¿que tanto del verdadero NamJoon se ocultaba detrás de esa imagen de Chaebol frío? ¿que tanto del verdadero NamJoon había visto yo? ¿había la posibilidad de que no fuera realmente una imagen... y ese fuera el verdadero NamJoon?

Solo entonces tal vez volvía a pensar en el misterio que era mi jefe. Aunque no me incumbiera realmente, mi curiosidad siempre se había llevado lo mejor de mí. 

No me percaté de que me quedé mirándolo hasta que este me dio un empujón en la espinilla con la rodilla. 

Bajé la cabeza y me enfoqué en las anotaciones mientras Lee Hyun continuaba explicando sus estrategias y alguno que otro empresario daba sus opiniones. 

NamJoon hablaba cada tanto, también, cuando veía que las propuestas poco y nada tenían sentido. 

Paulatinamente los miembros parecieron sufrir de escasez de ideas y poca imaginación (con esos trajes, no me sorprendía) porque Hyun hablaba insistentemente sin nadie quien aparentara escucharle. 

Allí fue cuando levanté la cabeza, y vi que NamJoon se había levantado a beber agua al fondo de la habitación. Hyun estaba sentado en la silla de la punta de la mesa, con una mano despeinandose el pelo indespeinable por el gel; y los otros se hallaban tan silenciosos como una tumba. 

Wow. Ser un empresario debía ser un dolor en el culo. 

Agité mi pierna debajo de la mesa por la tensión, mientras miraba lo que había escrito y lo que Hyun tenía proyectado en la pantalla. 

Entonces, mi mano se alzó por sí sola. 

—Um... disculpe, ¿señor Lee?

Hablarle me causaba ansiedad. Hablar me causaba ansiedad. Mas el susodicho alzó la cabeza de inmediato con una ligera sonrisa. 

Eso me dio el impulso necesario para seguir hablando y no decir algo estúpido como que quería ir al baño para zafarme de mi llamada. 

—No sé que tan factible sea, teniendo en cuenta la situación, pero ¿ha comentado que este año han progresado mucho las líneas con enfoque en el Hallyu? 

Miss Kim〖NamJin〗Where stories live. Discover now